El 3 de enero de 1833, el archipiélago fue usurpado por la corbeta británica Clio, que llegó desde 13 mil kilómetros de distancia a expulsar a los dueños del lugar.
El empadronamiento es de vital importancia para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto, y con ello se garantice la democracia en el país.