Conforme a la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, la democracia es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó ayer el golpe de Estado fallido y demandó respetar la institucionalidad democrática en Bolivia.
“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena el intento de golpe de Estado por parte del Ejército de Bolivia y llama al inmediato e irrestricto respeto de la institucionalidad democrática, al mantenimiento del orden constitucional y a la protección de los derechos humanos”, señala el comunicado de prensa.
Juan José zúñiga
El 26 de junio, el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga lideró un golpe de Estado que fracasó. Aquella tarde movilizó tropas y tanquetas con ametralladoras en la plaza Murillo, centro político de Bolivia, pero la insubordinación militar fue frenada y neutralizada por acciones del Gobierno nacional.
La CIDH aseveró que la movilización de vehículos militares tuvo el “fin de derribar al gobierno democráticamente electo e instalar un nuevo gabinete. En este contexto, un tanque derribó la puerta del Palacio Quemado, sede del Órgano Ejecutivo”.
Ante este escenario, la comunidad internacional manifestó su rechazo ante la insubordinación militar, inclusive en el marco de la 54º Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Bolivia, varias instituciones gubernamentales, organizaciones de derechos humanos y amplios actores sociales rechazaron estas acciones, a tiempo de anunciar movilizaciones.
Conforme a la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, la democracia es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región.
En este contexto, es fundamental el respeto a los derechos humanos, el ejercicio del poder con sujeción al Estado de derecho y la subordinación de todas las instituciones públicas, incluyendo el Ejército, a la autoridad civil legalmente constituida.
En una sociedad democrática, las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental defender y conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, preservando la democracia y la vigencia de los derechos humanos.
“La Comisión Interamericana observa que las acciones provenientes de un sector de las Fuerzas Armadas atentaron contra los principios democráticos reconocidos constitucionalmente por el Estado Plurinacional de Bolivia. Por ello hace un llamado urgente al respeto irrestricto de la institucionalidad democrática y al mantenimiento del orden constitucional”, ratifica el pronunciamiento oficial.
Recuerda además que, en contextos de crisis institucionales en Bolivia, se han producido serias violaciones a los derechos humanos que afectaron, en particular, a los pueblos indígena originario campesinos y a otros grupos en especial situación de vulnerabilidad.
Por ello instó a todos los agentes del Estado a cumplir con su deber de respeto, garantía y protección de los derechos humanos.
“La estabilidad democrática y la vigencia de los derechos humanos exige el concurso de todas las fuerzas políticas y sectores sociales en defensa de la institucionalidad (…) La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia”, enfatiza el comunicado.