Omar Durán, abogado de Zegarra, aseguró que Zúñiga es una persona que trabajó más de 30 años en Inteligencia y grababa absolutamente todas sus entrevistas.
El excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, por un ataque de “ira y molestia” por su destitución, tomó la plaza Murillo y además tenía listas para repartirse el poder, en el golpe de Estado fallido del 26 de junio, informó Omar Durán, abogado de Marcelo Zegarra, excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
Duran aseguró que Zegarra le manifestó todo lo que pasó en el Estado Mayor. “Yo le dije si quería que lo defienda, tenía que conocer todos los hechos del 26 de junio y haciendo varios cruces de información no solamente con él, sino con muchas otras personas que han estado en la plaza Murillo, la historia es la misma, es la destitución del excomandante del Ejército.
“Zúñiga tenía una ira muy guardada dentro porque no había ascendido al cargo de General de Fuerza y de yapa después de haberle demostrado tanta lealtad, supuestamente al presidente Luis Arce, él se sentía abandonado porque el presidente después de las declaraciones que hizo con una periodista en Santa Cruz quería sacarlo del cargo”, dijo Durán en entrevista con DTV.
Explicó que supuestamente el presidente Arce muchas veces le había manifestado a Zúñiga que se quedaría en el cargo hasta finales de 2024, y que en 2025 sería el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA) y lo acompañaría en toda instancia hasta el final.
“Esa fue la molestia de Zúñiga que, en su momento de ataque de ira, tomó el mando de las FFAA, porque lo habían sacado del cargo y lógicamente quería tomar el mando del país en un momento determinado”, dijo Durán.
El golpe de Estado fallido aseguró que estaba mal planificado, porque muchas unidades se le dieron la vuelta. El Gobierno tiene razón en muchas cosas, sobre todo por las listas encontradas donde se reparten cargos en ministerios.
“En las listas figuraban oficiales del servicio pasivo como el general Tomás Peña Lillo como el ministro de Defensa, porque trabajó abiertamente con las FFAA. El coronel Calderón, ministro de la Presidencia, y Zúñiga se sentaría en la Silla Presidencial, incluso tenían el nombre específico denominado “Patriotas de la Reivindicación por Bolivia”.
Sostuvo además que tenían un plan A y un B. El plan A dijo era obligarlo al Presidente para que ellos se queden en el Alto Mando Militar hasta fin de año, cada uno en sus respectivas fuerzas y en 2025 debían estar en el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas.
“El plan B, ante el fracaso del plan A, era la toma del poder y la teoría de un posible autogolpe es totalmente falso, porque Zúñiga es una persona que ha trabajado más de 30 años en Inteligencia y él grababa absolutamente todas sus entrevistas, incluso hasta sus charlas con los soldados. Entonces no creo que haya grabado una charla con el Presidente”, dijo.
La Paz/AEP