En medio de una de las peores crisis ambientales, el país activa un plan integral para enfrentar los incendios, que solo el año pasado generaron graves daños.
Con más de 12 millones de hectáreas afectadas por incendios, chaqueos y quemas no controladas en 2024, Bolivia enfrenta una de las peores crisis ambientales de su historia reciente.
El Gobierno activó el Plan Nacional de Combate contra los Incendios Forestales 2025 como respuesta urgente ante el avance del fuego y los efectos del cambio climático, mientras ya se reportan 136 focos de calor y nuevos incendios en regiones como Santa Cruz y Tarija.
Cicatrices de quema
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que las “cicatrices de quema” superaron los 12 millones de hectáreas en 2024.
El término hace referencia a la devastación causada no solo en bosques, sino también en pastizales y tierras afectadas por chaqueos, tanto autorizados como ilegales.
“Han ascendido a más de 12 millones de hectáreas las cicatrices de quema”, declaró la autoridad, alertó sobre el avance sostenido del fuego, especialmente en el departamento de Santa Cruz, que fue el epicentro de los incendios.
El viceministerio reportó además el inicio del nuevo periodo de quemas con 136 focos de calor activos, de los cuales 119 están en Santa Cruz, seis en Cochabamba, seis en Potosí y dos en La Paz.
Dos incendios forestales, registrados en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado (San Ignacio de Velasco) y en el municipio de San Lorenzo (Tarija), ya fueron controlados por personal especializado.
Frente a este escenario, el Gobierno nacional presentó oficialmente el Plan Nacional de Combate contra los Incendios Forestales 2025, en coordinación con las Fuerzas Armadas y diversas instituciones del Estado.
El acto fue encabezado por Calvimontes y contó con la participación del Alto Mando Militar, representantes del Ministerio Público y técnicos especializados.
El plan establece acciones integrales de prevención, monitoreo, detección temprana, respuesta rápida y recuperación, incluyendo tecnología de punta y fortalecimiento de capacidades locales. Una de las medidas clave será la reinstalación del Centro Nacional de Monitoreo de Incendios, que permitirá tomar decisiones basadas en datos en tiempo real.
“El plan no es un hecho aislado, sino parte de una política pública estructural que reconoce la urgencia del momento”, aseguró Calvimontes, y destacó la articulación entre niveles de gobierno, el sistema judicial y la sociedad civil.
Con estas acciones, el Gobierno reafirma su compromiso de proteger la vida, los recursos naturales y el medioambiente frente a los desafíos que impone la crisis climática.
AEP