El vicepresidente boliviano propuso tribunales internacionales de la Madre Tierra y cuestionó el modelo capitalista por su impacto ambiental y social.
El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, David Choquehuanca, exigió el reconocimiento del ecocidio como crimen contra la naturaleza y planteó la creación de tribunales internacionales de la Madre Tierra, durante su intervención en el Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra, realizado el 9 y 10 de octubre en Caracas, Venezuela.
“Exigimos el reconocimiento del ecocidio como crimen contra la naturaleza. Luchando por los derechos de la Madre Tierra, los guerreros del arco iris invocamos tribunales donde los pueblos originarios y todas las naciones del mundo participen y su voz sea escuchada y respetada”, afirmó Choquehuanca.
El vicepresidente recordó que Bolivia fue pionera al declarar a la Madre Tierra como sujeto de derechos mediante la Ley de los Derechos de la Madre Tierra, promulgada en 2010, hecho que abrió el camino hacia el modelo del Vivir Bien. Además, destacó la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada en Tiquipaya – Cochabamba, que proclamó la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, todavía vigente co-mo referencia ética y política internacional.
Choquehuanca cuestionó el modelo de desarrollo impuesto por la lógica capitalista, que ha generado desigualdades y amenaza la vida en el planeta. “Reconocer los derechos de la Madre Tierra implica aceptar que el desarrollo impuesto es un engaño. El progreso occidental, reducido a cifras del PIB, ha profundizado la desigualdad y puesto en jaque la continuidad misma de la vida”, denunció.
El funcionario boliviano reivindicó los principios del Vivir Bien como una cosmovisión de desarrollo que prioriza el equilibrio entre las personas, la comunidad y la Madre Tierra, midiendo el bienestar a partir de la armonía, la abundancia de la vida y lo colectivo sobre lo individual.
El Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra, organizado por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo de Venezuela, contó con la participación de más de tres mil personas, incluyendo delegados de 62 países, líderes sociales, activistas ambientales, científicos y representantes de pueblos originarios e instituciones internacionales.
AEP