El Foro Permanente de Afrodescendientes fue creado para hacer frente a las injusticias sociales y políticas en el mundo.
Bolivia consolidó su papel como país líder en la defensa de los derechos de los pueblos y naciones que integran su diversidad, durante su participación en el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas, celebrado en la sede de la ONU en Nueva York.
La delegación boliviana estuvo compuesta por representantes del Consejo Nacional Afroboliviano (Conafro) y fue encabezada por el encargado de Negocios ante la ONU, Diego Pacheco, quien reafirmó el compromiso del Estado Plurinacional con la justicia social, la equidad y la inclusión de los pueblos afrodescendientes, tanto a nivel nacional como internacional.
Durante su intervención, Bolivia presentó los avances normativos y políticos orientados al reconocimiento, fortalecimiento de la identidad, participación y desarrollo integral del pueblo afroboliviano, en el marco de una Constitución que promueve la plurinacionalidad y el respeto por la diversidad cultural.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la participación del país en este foro internacional ratifica su compromiso con la plena implementación de la Década Internacional para los Afrodescendientes (2015–2024), así como con la promoción de una agenda global centrada en los derechos humanos, la dignidad y el desarrollo de todos los pueblos.
Resistencia
Cientos de participantes, entre ellos activistas de derechos humanos afrodescendientes de todo el mundo, se reúnen a partir del lunes en la 4ª sesión del Foro Permanente de Afrodescendientes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, bajo el lema ‘África y los afrodescendientes: Unidos por una justicia reparadora en la era de la inteligencia artificial’.
El Foro Permanente de Afrodescendientes fue creado para hacer frente a las injusticias, amplificar las voces de los afrodescendientes, y acelerar el progreso hacia un mundo de dignidad, justicia e igualdad.
Uno de los objetivos fundamentales del Foro es la creación de marcos de justicia reparadora basados en las leyes internacionales de derechos humanos.
AEP