Los bolivianos acogen la determinación de distintas maneras, a pocos días de la entrada en vigor de esta nueva medida.
La Paz, 18 de julio de 2023 (AEP).- A más de tres años de que los barbijos se convirtieron en un accesorio fundamental de la cotidianidad de los bolivianos, ahora su uso obligatorio en espacios cerrados tiene los días contados. La población asume la determinación de diferentes maneras, unos con temor y otros con alegría y alivio.
El 31 de julio el país dejará de estar bajo la declaratoria de emergencia sanitaria por Covid-19 y con ello el uso de la mascarilla pasará a ser completamente voluntario desde el 1 de agosto, así lo anunció el pasado mes la ministra de Salud, María Renée Castro.
A falta de pocos días para la entrada en vigor de esta nueva medida, Valentín Mamani, carpintero de profesión, afirma que la determinación lo entusiasma, a pesar de ser una persona de la tercera edad con algunas dolencias, que —en su criterio— se producen por sus más de siete décadas de vida.
Confiesa que “como muchos ciudadanos alteños” prefiere quitarse el tapabocas cuando sale de su casa, a regañadientes de sus hijas, quienes lo retan por no seguir algunas de las medidas de bioseguridad ante la presencia del virus.
Para él, sus tres dosis de la vacuna anticovid le ayudan de gran manera a combatir el mal, que casi lo lleva “al lado de San Pedro” durante la primera ola de la pandemia, en 2020.
“Ese tiempo ya pasó, ahora el coronavirus es como un resfriado, está en todo lado y ya no debemos temerle, pero más vale prevenir que curar”, considera.
Por otro lado, Marina Quispe, mientras acomoda sus golosinas en su puesto de venta de la zona Buenos Aires de La Paz, manifiesta incertidumbre y algo de temor ante la nueva normalidad. En contraposición con sus hijos, que —a su decir— están cansados de usar el barbijo, señala que seguirá utilizándolo para cuidar su salud, ya que no olvida la vez que su afección del corazón se complicó a causa del Covid-19.
“Los jóvenes son fuertes, las personas mayores todavía tenemos que cuidarnos”, recomienda, después de catalogar como “clave” las dosis anticovid para combatir el virus.
Más optimista se muestra Mariel Ali, estudiante universitaria de la carrera de Economía, quien destaca la “enorme capacidad” de los seres humanos para adaptarse a las situaciones nuevas, “especialmente a las positivas”.
“A algunos se les hará extraño, pero espléndidamente extraño, ir sin barbijo. Se acostumbrarán muy pronto, así como se acostumbraron a usarlo, porque es algo bueno y no habrá ningún problema”, sostiene.
Sin embargo, la titular de Salud reiteró que la población debe actuar con responsabilidad, ya que en el país circulan virus como el sincitial, H1N1, H1N3 e influenza, entre otros, que pueden derivar en infecciones respiratorias agudas y neumonía.
Exhortan a evaluar el riesgo y vacunarse
El director nacional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), Max Enríquez, recomendó a la población beneficiarse con el ‘combo de vacunación’ contra la influenza y el Covid-19 para evitar contagios en la nueva normalidad, que comenzará el 1 de agosto.
“El quitar esa barrera, en la que muchos todavía estamos utilizando barbijo, va a determinar que se eleve el número de casos; seguro que no va a ser de la forma en que se presentaron en la primera, segunda, tercera o cuarta ola, pero sí va a incrementarse”, dijo.
Ante esa situación, pidió a las familias cuidar a los adultos mayores y a las personas con enfermedades de base utilizando el barbijo, para no exponerlos a contagios.