Se revisarán también los decretos que reglamentan la aplicación de estas normas.
El Gobierno anunció ayer que impulsará la anulación de las leyes consideradas “incendiarias”, después del compromiso asumido por el vicepresidente Edmand Lara de incluir este proceso en la agenda legislativa. El viceministro de Medio Ambiente, Jorge Ávila, afirmó que la decisión forma parte de una estrategia para cuidar los bosques y las tierras dentro de áreas protegidas.
Ávila explicó que el Órgano Ejecutivo también revisará los decretos que reglamentan la aplicación de estas normas. “Estamos en pleno proceso de levantamiento de análisis de estas normas para que entren en un proceso de derogación y de abrogación. Eso es indispensable para que nuestro trabajo esté enmarcado en la legalidad y la formalidad”, afirmó.
El viceministro remarcó que el Ministerio de Medio Ambiente hará cumplir de manera estricta los planes de uso del suelo, con el fin de impedir la ocupación de áreas forestales o protegidas en las que la deforestación está prohibida. Enfatizó en que el respeto a la capacidad de uso mayor del suelo será un principio clave de la gestión.
La autoridad recordó que siete de los nueve departamentos del país ya cuentan con planes de uso del suelo, instrumentos que calificó como fundamentales para garantizar un desarrollo sostenible ordenado y acorde con la vocación natural de cada territorio.
“Utilizar los suelos en función de su capacidad de uso mayor significa deforestar donde se puede y respetar donde no se debe. Las tierras forestales y las frágiles, especialmente en áreas protegidas, deben mantenerse intactas para evitar daños irreversibles”, aseguró.
El viceministro señaló que el mandato recibido es claro: defender, con base en criterios técnicos y legales, la estructura de los bosques y la integridad ambiental del país. Dijo que esta orientación guiará todas las acciones de su despacho.
El viernes, el vicepresidente Edmand Lara anunció que los legisladores tratarán la abrogación de todas las leyes “incendiarias” que en los últimos años facilitaron la deforestación ilegal, los incendios forestales y el avasallamiento de tierras.
AEP



