Diversidad e inclusión marcaron el evento de personas con discapacidad.
Con trajes coloridos y danzas tradicionales, niños y jóvenes con discapacidad fueron los protagonistas de la tercera versión de la Entrada Folklórica Por una Bolivia Inclusiva, que se desarrolló el miércoles en la ciudad de El Alto.
Participaron personas con síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral y epilepsia, quienes mostraron su talento y entusiasmo al ritmo de diversas expresiones culturales del país.
El evento se desarrolló en la avenida Juan Pablo II, con la participación de 45 centros de educación especial, seis unidades educativas, ocho centros de atención para personas con discapacidad, 33 organizaciones y una federación del sector.
Los participantes estuvieron acompañados por padres de familia, médicos y personal de instituciones de apoyo.
“Agradecemos que nos hayan honrado con su participación”, expresó el secretario municipal de Desarrollo Humano y Social Integral, Herlan Cabrera.
Los asistentes disfrutaron de danzas como la moseñada, la diablada y el pujllay, interpretadas por los niños y jóvenes junto a instituciones como el Centro de Rehabilitación Renueva, el Centro Integral para Personas con Discapacidad y Adultos Mayores, y el Centro de Rehabilitación de la Piscina Semiolímpica.
Una madre que participa desde hace tres años en esta entrada folklórica junto a su hijo con parálisis cerebral y epilepsia destacó el valor de estas actividades. “Aquí los médicos y las madres siempre estamos apoyando a nuestros hijos con capacidades diferentes. La danza también les ayuda a salir adelante”, comentó.
Cabrera resaltó la importancia de impulsar políticas públicas de inclusión y prevenir la discriminación. Indicó que en lo que va del año se registraron 15 denuncias por actos discriminatorios hacia personas con discapacidad.
“Estamos trabajando para mejorar la educación inclusiva”, aseguró.
AEP