La grave escasez hídrica se debe al periodo de estiaje y a los efectos del fenómeno El Niño. Los muelles portuarios quedaron inutilizables.
La Paz, 23 de julio de 2023 (AEP).- El nivel del agua del lago Titicaca desciende a ritmo sostenido desde abril y se acerca al mínimo histórico registrado en septiembre de 1996, de 3.807,30 metros sobre el nivel del mar.
El último reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), del 7 de julio, señala que el cuerpo de agua navegable más alto del mundo, compartido entre Bolivia y Perú, registra un nivel de 3.807,76 metros.
El reporte al 19 de julio del Servicio Nacional de Hidrología Naval boliviano señala, por su parte, que “después de alcanzar un nivel máximo en abril de 2023 el lago Titicaca ha presentado un descenso de 32 centímetros”.
Hidrología Naval prevé además que los niveles de agua continuarán con tendencia descendente.
La grave escasez hídrica, que se ha experimentado muy pocas veces, se debe al periodo de estiaje de esta época del año y a los efectos del fenómeno El Niño, lo que ha llevado a una disminución significativa del nivel del agua entre 15 a 20 metros lineales.
La situación del lago, con sus 3.800 metros sobre el nivel del mar y 8.372 km, ha empezado a afectar a las empresas de turismo que operan en sus riberas y al correcto funcionamiento de los motores de las embarcaciones.
Muelles portuarios, que habitualmente eran usados para abordar a los botes, quedaron inutilizables.
Las comunidades campesinas dependen de sus aguas para el ganado, el riego y pequeñas empresas de turismo. Todas son actividades económicas vitales en la región.
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El Titicaca, encerrado entre montañas y volcanes de la cordillera de Los Andes, es el lago navegable más alto del mundo y uno de los más golpeados por la sobrepesca, la contaminación en Bolivia y Perú, y el cambio climático.
La zona andina es especialmente vulnerable al fenómeno climático El Niño.
En la región, El Niño se manifiesta con extensas inundaciones en las zonas costeras de Ecuador, norte del Perú y el oriente de Bolivia.
Al mismo tiempo provoca sequías en todo el altiplano boliviano-peruano y déficits de lluvias en Colombia y Venezuela.
De acuerdo con el Senamhi, se prevé que la sequía se extenderá hasta octubre, y con las precipitaciones de noviembre y diciembre se normalizará el caudal de agua del Titicaca.
El descenso del nivel del espejo de agua afecta directamente sobre la fauna acuática, aves, poblaciones asentadas alrededor de este lago y al ecosistema de las poblaciones.
FOTO: SENAMHI
