En enero de 2021 se inició a la vacunación masiva y gratuita. El 31 de julio de 2023 se declaró oficialmente el final de la emergencia sanitaria por el Covid-19.
La Emergencia Sanitaria del Covid-19 rigió en Bolivia tres años, cuatro meses y 21 días.
El 10 de marzo de 2020 el país reportó oficialmente el primer caso y diecinueve días después una mujer de 78 años, residente en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, sería la primera víctima del nuevo coronavirus.
La anciana —que contrajo el virus por contacto con una familiar que llegó del exterior del país— falleció por un distrés respiratorio severo, neumonía atípica y coronavirus positivo.
El precario sistema de salud fue desbordado en la amplia geografía nacional durante los meses más difíciles de la pandemia.
Conseguir una cama en un centro de salud o acceder a una unidad de terapia intensiva fue casi imposible en algunas regiones de Bolivia, abatida social y políticamente luego de las elecciones impugnadas que obligó en noviembre de 2019 al entonces presidente Evo Morales a dimitir al cargo.
El gobierno de Jeanine Añez —que culpó a Evo Morales por su mal manejo del sistema de salud en sus 14 años en el poder— “enfrentó la crisis sanitaria de forma caótica, y el aumento de muertes que siguió fue uno de los peores del mundo”, denunció el influyente The New York Times.
Durante su gobierno, la fuerza pública, encargada de atender fallecimientos extrahospitalarios, informó que entre el 85% y 90% de los “cuerpos recogidos eran con probabilidad sospechosos del nuevo coronavirus”.
Cerca de 9.000 muertos oficiales contabilizó esa administración. Sin embargo, la cifra, con los subregistros, que agregaron los casos extrahospitalarios, rondaba los 20.000.
El aumento de fallecimientos —entre junio, julio, agosto y septiembre de 2020— colapsó los hospitales bolivianos y obligó a las autoridades municipales a ampliar sus crematorios y a abrir nuevos cementerios.
La Policía recogió cadáveres en domicilios, calles, vehículos y en los alrededores de los centros de salud. En la mayoría de los casos, las personas fallecieron luego de peregrinar por varios hospitales que no pudieron acogerlas.
La situación era caótica.
GOBIERNO SOCIALISTA
Desde el 28 de enero de 2021, con el Gobierno socialista de Luis Arce y su política de vacunación masiva y gratuita se logró una tendencia decreciente de fallecimientos y hospitalizaciones, en abismal contraste con el gobierno de facto.
Todas las vacunas —Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen— fueron gestionadas por el gobierno de Arce para su administración masiva y gratuita, así también como las pruebas antígeno nasales.
A esa estrategia se sumaron la entrega de medicamentos, la construcción de nuevos hospitales y el equipamiento de antiguos nosocomios para atender de manera inmediata las necesidades de la población.
Hoy, una gran parte de la población está inmunizada, ya sea por una de esas vacunas o al haber superado la enfermedad.
Además, la administración de Arce ha mejorado ampliamente —con inversión millonaria en hospitales, dotación de ítems médicos en los nueve departamentos y una gestión responsable— el manejo clínico de pacientes.
En julio de 2023, después de tres años y cuatro meses de pandemia, el Gobierno dio por terminada la emergencia sanitaria por Covid-19.
El presidente Luis Arce destacó que gracias a la política en salud aplicada por su administración para combatir el Covid-19 con la compra de vacunas, pruebas PCR, antígeno nasales, medicinas, entre otros, permitió la recuperación de la economía en Bolivia.
OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en mayo de 2023 fin a la emergencia sanitaria global por el Covid-19, que provocó la muerte a millones de personas alrededor del mundo, que puso la economía de los países contra las cuerdas y dejó comunidades devastadas.
El 30 de enero de 2020 el comité de emergencias de la OMS declaró por primera vez que el Covid-19 representaba su nivel más alto de alerta, con el fin de centrar la atención internacional en el virus que era una amenaza para la salud mundial.
La medida además pretendía reforzar la colaboración para encontrar vacunas y tratamientos.
La Covid se convirtió en una de las principales causas de muerte, situándose como la tercera causa de mortalidad a escala mundial en 2020 y la segunda en 2021.
Durante este periodo se perdieron casi 13 millones de vidas. Las estimaciones más recientes revelan que, excepto en las regiones de África y el Pacífico Occidental, la Covid-19 fue una de las cinco principales causas de muerte y, concretamente, la principal en las Américas durante ambos años.
La Paz/AEP