La implementación de salas de parto con adecuación intercultural se consolida en el país como un modelo exitoso para mejorar la atención materna y neonatal.
El Ministerio de Salud y Deportes, a través de la Dirección General de Medicina Tradicional, puso en funcionamiento 121 salas interculturales en todo el país, donde mujeres, parteras y médicos combinan conocimientos ancestrales y científicos en beneficio de la vida.
En estos espacios, las madres son atendidas respetando sus costumbres y creencias, con el acompañamiento de parteras tradicionales y la gratuidad garantizada por el Sistema Único de Salud (SUS).
“Me sentí bien atendida con la partera, que trabajó junto a los médicos. Ella sabe cómo ayudar cuando una ya no tiene fuerzas”, relata Isabel, madre de cuatro hijos, quien dio a luz a su último bebé en una sala de parto intercultural.
Según Elsa Núñez Condori, técnica de la Dirección de Medicina Tradicional, la aceptación de estas salas ha sido amplia. “Las mujeres pueden decidir si desean ser atendidas por personal de salud o por una partera tradicional. Esto ha incrementado los partos institucionales y reducido los riesgos de los partos domiciliarios”, resaltó.
Cada sala está adaptada a las características culturales y geográficas de su región —desde las tierras bajas hasta el altiplano—, y equipada para el parto vertical, una práctica ancestral que respeta la postura elegida por la madre.
Además, más de 40 prestadores de medicina tradicional, entre ellos parteras y médicos tradicionales, fueron incorporados al sistema de salud local mediante convenios con gobiernos municipales.
Desde San Lorenzo (Pando), la doctora Carmen Chávez, responsable del programa Mi Salud, destacó que la colaboración entre médicos y parteras permitió evitar más de 18 derivaciones y atender partos complejos, incluso de gemelos, con éxito.
“Ellas aprenden de nosotros y nosotros de ellas. Esa combinación de saberes ha salvado vidas”, afirmó.
Entre las protagonistas de este cambio está Leddy Mosquera, partera con más de 20 años de experiencia, quien ahora trabaja en centros de salud: “He atendido más de 20 partos sin pérdidas. Las salas interculturales ayudan a las mujeres que no pueden viajar lejos. Yo las motivo para que vengan y se atiendan con seguridad”.
Actualmente, 2.367 prestadores de medicina tradicional están registrados en Bolivia, de los cuales 206 son parteras. Diez de los 60 servicios de medicina tradicional incorporados al SUS corresponden a la atención materna, desde el control del embarazo hasta la referencia de emergencias obstétricas.
Con este modelo de atención, Bolivia avanza hacia una salud más humana, inclusiva y culturalmente pertinente, donde el nacimiento de cada niño y niña se celebra con respeto, calidez y seguridad.
AEP



