Funcionarios municipales paceños advirtieron que la medida pondría en riesgo su salud y la de más de 21.000 asegurados; mientras el alcalde asegura que el cambio será voluntario.
El anuncio de la Alcaldía de La Paz sobre la posible reafiliación de más de 7.000 funcionarios ediles a la Caja de Salud Cordes desató un fuerte rechazo entre los trabajadores municipales, quienes aseguran que la medida compromete su salud y la de sus familias.
Si bien el alcalde retrocedió y afirmó que el traslado será voluntario, persisten los temores de que la migración se imponga de manera obligatoria por áreas o dependencias.
“No se puede jugar con la salud de más de 21 mil personas, entre trabajadores y sus familias, sin demostrar que Cordes tiene la infraestructura suficiente”, alertó el concejal Javier Escalier.
El legislador recordó que la normativa establece tres pasos previos a cualquier traslado: la nota de insatisfacción con el servicio actual, la verificación de esa insatisfacción y la comprobación de que la nueva entidad tiene capacidad instalada para atender a todos los beneficiarios.
Actualmente, la Caja Cordes en La Paz cuenta con 13.660 afiliados. De concretarse el traslado de los funcionarios ediles y sus familias, la demanda de atención se triplicaría y superaría los 21.000 nuevos asegurados, lo que según Escalier “rebasaría ampliamente su capacidad instalada”.
Desde el sindicato de Casegural, su ejecutivo, Adrián Condori, cuestionó la decisión: “Cordes solo tiene dos centros de primer nivel y uno de segundo. No vamos a permitir que nos saquen de la Caja Nacional de Salud porque se pone en riesgo la vida de los trabajadores”.
A esta preocupación se sumaron testimonios de empleados municipales que señalaron que personas con cáncer o en diálisis quedarían desprotegidas. “Nos están condenando sin preguntarnos”, expresaron.
AEP



