El presidente Luis Arce no se anda con medias tintas. En un claro mensaje a sus detractores, inauguró la planta de almacenamiento de trigo y producción de harina más grande y moderna del país, ubicada en Viacha.
Esta obra monumental, que representa una inversión de 182 millones de bolivianos, no solo busca impulsar la producción nacional de trigo, sino que también se erige como un símbolo del modelo de industrialización con sustitución de importaciones que promueve el gobierno socialista del economista Luis Arce.
"Así se maneja la economía, neoliberales", dijo el mandatario ante las críticas de sectores opositores y exautoridades que cuestionan sin argumentos ni una base técnica seria su gestión económica. La contundencia de su mensaje no deja lugar a dudas: el mandatario está decidido a demostrar con hechos concretos la validez de su modelo económico.
La planta de Viacha, emplazada en un terreno de 70 mil metros cuadrados, no es solo una obra más. Esta factoría forma parte de un ambicioso plan de industrialización que abarca la construcción de 150 nuevas plantas en todo el país, con una inversión total superior a los 29 mil millones de bolivianos.
Para el gobierno socialista, la industrialización es el último eslabón del Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
Y el objetivo es claro: reducir la dependencia de las importaciones y generar mayor valor agregado a la producción nacional.
La inauguración de la planta de Viacha no solo representa un avance concreto en el camino hacia la industrialización, sino que también es una dura respuesta a las críticas de la oposición.
El mandatario no duda en arremeter contra exautoridades como Carlos Mesa y Branko Marinkovic, acusándolos de no haber sabido afrontar las crisis y problemas del país en sus gestiones.
"Crisis económica era lo que ellos enfrentaban por no hacer caso al pueblo y sus necesidades", fustigó Arce en alusión a Mesa, quien renunció a la presidencia en 2005 en medio de una grave crisis social.
A Marinkovic, por su parte, le recordó que en su gestión golpista se dedicó a "distribuirse tierras" en lugar de ocuparse de la economía.
El mensaje de Arce es claro y contundente: las obras, no las palabras, son las que demuestran el rumbo que está tomando el país.
La moderna planta de trigo de Viacha es un ejemplo palpable del compromiso con la industrialización y el desarrollo productivo. Con acciones como esta, se deja en claro que la visión económica del Jefe de Estado está centrada en el bienestar del pueblo y en la construcción de un futuro próspero para el país.