La situación que atraviesa Cochabamba es un reflejo de cómo los intereses personales pueden devastar la economía de toda una región.
Durante diez días, los bloqueos han estrangulado el flujo comercial, provocando pérdidas millonarias que afectan principalmente a quienes menos tienen: pequeños productores y familias de escasos recursos.
Es particularmente lamentable que esta crisis haya sido orquestada con el único fin de buscar impunidad ante procesos legales. Los bloqueos no responden a demandas sociales legítimas ni buscan mejorar las condiciones de vida de la población, por el contrario, están causando un daño irreparable a la economía local y nacional.
El impacto es devastador: el sector agrícola, que representa el 80% de la producción alimentaria del país, se encuentra paralizado. Los precios de productos básicos se han disparado, como el caso del pollo, afectando directamente a las familias más vulnerables.
Además, en un trágico incidente, miles de gallinas han muerto debido a la falta de alimento y agua, en el contexto de los bloqueos en el municipio de Mizque.
Porcinocultores, floricultores, avicultores y diversos sectores productivos ven sus inversiones perderse mientras sus productos no pueden llegar a su destino.
Resulta inaceptable que una región entera sea tomada como rehén para proteger intereses individuales. Los puntos de bloqueo han convertido a Cochabamba en una isla, cortando el suministro de combustible y paralizando la actividad económica.
Esta situación no solo perjudica a los productores locales sino que también genera un efecto dominó en la economía nacional.
La crisis actual pone de manifiesto una triste realidad: cuando los líderes políticos como el dirigente cocalero anteponen sus intereses personales al bienestar colectivo, son siempre los más vulnerables quienes pagan el precio más alto.
Es momento de que las autoridades actúen con firmeza para restaurar el orden y proteger los derechos de la población a trabajar y circular libremente.
El daño económico causado por estos bloqueos tardará meses en recuperarse, y algunas pérdidas serán irreparables.
Seguidores de Morales iniciaron el lunes 14 de octubre el bloqueo de caminos para evitar la aprehensión del cocalero, a quien se le acusa de haber tenido una relación con una menor de 15 años en 2015, de la que nació una niña, según la Fiscalía de Tarija.
El presidente Luis Arce, sin embargo, aclaró que ningún bloqueo salvará a personas de los delitos cometidos contra niñas y mujeres, y aseguró que gradualmente se desbloquearán los caminos porque los bolivianos así lo están pidiendo.