Sudáfrica acogerá la XV Cumbre de los Brics de forma presencial del 22 al 24 de agosto en la ciudad de Johannesburgo.
Las siglas Brics se utilizan para referirse a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y juntos constituyen una asociación económica y comercial creada en 2006.
El bloque, aunque de pocos países, es colosal: representa el 22% de la superficie terrestre en el mundo, el 42% de la población global y el 24% del PIB del planeta.
Las cifras hablan por sí solas del enorme potencial de desarrollo de la asociación a la que más de 40 países han expresado su interés en unirse y de su ascenso como autoridad global.
La XV Cumbre de la organización tiene en agenda desafiar la hegemonía del dólar estadounidense con los primeros pasos para la creación de una nueva moneda y la posibilidad de incorporar a nuevos miembros al actual club de los cinco.
La posible ampliación de la asociación económico-comercial intergubernamental e informal de los cinco países plantea la apertura al diálogo global y a la cooperación multilateral.
Argentina, Arabia Saudí, Argelia, Egipto, Indonesia, Irán, Turquía, entre otras naciones, mostraron interés por adherirse al organismo.
Bolivia, que oficializó su deseo de sumarse al grupo de los Brics, estará presente en la Cumbre de Johannesburgo. Acudirá a la cita en condición de invitada y con la firmeza de avanzar a un orden mundial multipolar.
Las naciones emergentes acuden a la cita en Sudáfrica fortalecidas con el multilateralismo y la defensa del derecho internacional, incluidos los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas como su piedra angular.
Los Brics han definido la implementación de la Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible en sus tres dimensiones —económica, social y medioambiental— de forma equilibrada e integrada.
El liderazgo de los Brics es en este momento vital cuando el mundo está fracturado por la competencia, la tensión geopolítica, la desigualdad y el deterioro de la seguridad mundial.