El Congreso Plurinacional de Educación 2024, anunciado por el presidente Luis Arce para noviembre, en Cochabamba, se constituirá en un espacio de vital importancia para definir los lineamientos de la política educativa nacional. Esta actividad permitirá profundizar el debate con miras hacia una educación inclusiva, científica, técnica, tecnológica, productiva, revolucionaria, liberadora, progresista, intercultural, plurilingüe y descolonizadora, con la participación de todos los actores que intervienen en este ámbito.
En 2010 entró en vigencia la Ley (070) de Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez, trayendo consigo cambios estructurales respecto a la Ley (1565) de Reforma Educativa, aplicada desde 1994. Con la promulgación de esta normativa se incorporaron preceptos acordes a la realidad del nuevo Estado Plurinacional, planteando un modelo descolonizador, revolucionario, antiimperialista, despatriarcalizador, comunitario, democrático y participativo.
No obstante, ya han pasado 14 años desde la aplicación de la Ley 070, y la constante evolución que vive el mundo, acompañada de avances tecnológicos y la proliferación de plataformas digitales, entre otros aspectos, motiva a hacer una revisión y análisis de cómo está la educación en el país, y si la malla curricular actual está acorde a las necesidades de las nuevas generaciones de estudiantes.
La realidad actual muestra que, en muchos casos, los estudiantes de colegio arrastran deficiencias formativas hasta el bachillerato y se hacen evidentes al emprender una carrera universitaria. Esta es una situación que debe ser analizada para aplicar las medidas necesarias y garantizar profesionales con una formación sólida, que les permita encarar los desafíos de esta nueva era.
El garantizar una mejor formación y rendimiento de los estudiantes inmiscuye muchos factores, incluso la calidad de alimentación que reciben en este periodo crucial de la vida. El inculcar valores de respeto, abordar desde temprana edad problemáticas estructurales como la corrupción, y prepararlos para este tiempo en el que hay un libre acceso a la información, que también se constituye en un peligro si no se sabe discernir entre aquella que es beneficiosa y la nociva. Sin duda es una tarea de análisis y debate que se debe asumir en conjunto, desde toda la comunidad educativa, velando siempre por el interés común, para sacar bachilleres y profesionales de alta calidad que también estén preparados para afrontar y aportar al proceso industrializador que vive el país.
