En medio de la devastación que ha dejado el desborde del río Acre en Cobija, capital de Pando, la respuesta del presidente Luis Arce ha sido ejemplar y reconfortante.
La magnitud del daño es inigualable en la historia reciente de la región, dejando a miles de familias damnificadas y gran parte de la ciudad sumergida bajo las aguas.
En un gesto que refleja un compromiso inquebrantable con la población afectada, el presidente Arce no solo ha prometido un plan integral de reconstrucción, sino que también ha materializado su compromiso entregando más de 12 toneladas de ayuda humanitaria.
Al sobrevolar la zona, la magnitud de la tragedia se hizo evidente, pero también lo fue la determinación del mandatario de no dejar solos a los habitantes de Pando en estos momentos difíciles.
Hasta el momento, 1.179 familias han sido contabilizadas como damnificadas, muchas de las cuales se encuentran en albergues proporcionados por la Alcaldía de Cobija o han buscado refugio en casas de familiares y amigos.
La ciudad, que ahora se asemeja más a un paisaje acuático que a una urbe habitable, requiere medidas urgentes, y el presidente Arce ha respondido con rapidez y eficacia.
La ayuda entregada abarca una amplia gama de necesidades, desde alimentos y medicamentos hasta electrodomésticos y ropa.
El compromiso del Gobierno nacional se evidencia no solo en las palabras, sino en acciones concretas que buscan aliviar el sufrimiento de aquellos que han perdido sus hogares y pertenencias. Zapatillas, botas de agua, chinelas, juguetes, televisores, ollas, cocinas, lavadoras son solo algunos de los insumos que se han distribuido para cubrir las necesidades más apremiantes.
El desplazamiento de 35 médicos a la zona, quienes han llevado a cabo más de mil atenciones y controles epidemiológicos, demuestra la preocupación por la salud de la población afectada y la prevención de posibles brotes de enfermedades.
Además, la presencia de 847 militares y 45 voluntarios del SAR-FAB en operativos terrestres y fluviales resalta el esfuerzo conjunto para brindar seguridad y asistencia a quienes lo necesitan desesperadamente.
El compromiso expresado por el presidente Arce de trabajar en estrecha colaboración con las autoridades locales para ejecutar un Plan de Reconstrucción es un rayo de esperanza en medio de la desolación.
La solidaridad y la pronta acción gubernamental son fundamentales en estos momentos críticos, y la población de Pando puede confiar en que su Gobierno nacional no la abandonará.
La ayuda está garantizada, y la reconstrucción se llevará a cabo con determinación y empatía. En estos momentos oscuros, la unidad y la colaboración son la clave para superar la adversidad, y la respuesta del Primer Mandatario es un ejemplo que debe ser reconocido y aplaudido.
