En una emotiva ceremonia, el presidente Luis Arce entregó al cineasta y revolucionario Jorge Sanjinés el prestigioso Cóndor de los Andes en el Grado de Caballero, la más alta distinción concedida por el Estado.
Este reconocimiento resalta el extraordinario aporte de Sanjinés al arte cinematográfico y su dedicación a visualizar la realidad indígena, el altiplano y la lucha del pueblo a través de sus innumerables producciones, que incluyen obras emblemáticas como Ukamau, La nación clandestina, El coraje del pueblo y la reciente Los viejos soldados.
El cineasta, cuya carrera se remonta a la década de 1960, cuando cofundó el Grupo Ukamau, ha dejado una impronta imborrable en el cine latinoamericano.
Su obra, premiada internacionalmente, se ha destacado por abordar temas trascendentales como la desigualdad, la discriminación, la opresión y la lucha por la justicia social.
En palabras del presidente Arce, Sanjinés no solo es reconocido por su vasta producción cinematográfica, sino también por su mirada revolucionaria y de cambio.
"Me siento muy honrado por la muy alta distinción que se me otorga, la misma que me induce a proseguir con tenacidad y alegría el trabajo de hace más de 50 años", expresó el maestro Sanjinés en un breve discurso tras recibir el Cóndor de los Andes. El reconocimiento, la máxima condecoración estatal, refuerza la relevancia y la actualidad de su obra, que aborda cuestiones fundamentales de la sociedad, desde la desigualdad hasta la lucha por la justicia social.
El legado del maestro Sanjinés trasciende el ámbito cinematográfico y se convierte en parte central de la memoria histórica, colectiva, rebelde e interpelante de nuestro pueblo. Sus producciones, como Ukamau, Yawar Mallku, El coraje del pueblo y otras, son consideradas no solo piezas cinematográficas, sino también testimonios valiosos que capturan la esencia de la realidad social y política.
Sanjinés, con su enfoque revolucionario, ha contribuido a la transformación política a través de la revolución cultural, destacando la importancia de no perderse en las mezquindades individuales.
Su obra continúa siendo relevante en la actualidad, sirviendo como faro que ilumina el camino hacia la reflexión y la acción, recordándonos la importancia de la justicia social y la igualdad.
El merecido reconocimiento del Cóndor de los Andes no solo celebra su carrera excepcional sino también consagra su posición como un ícono indiscutible del cine latinoamericano.
