El gobierno de Luis Arce no solo busca mantener precios accesibles para la población, sino que trabaja también en soluciones sostenibles que beneficiarán al país en el futuro.
Su determinación en este tema es un reflejo claro de su compromiso con el bienestar de los ciudadanos bolivianos. En un acto de firmeza y dedicación hacia la población más vulnerable, el presidente Luis Arce ha reiterado su compromiso de mantener los precios subvencionados de los combustibles en Bolivia.
Ante la posibilidad de aumentar los costos del diésel y la gasolina, Arce destacó la importancia de proteger a los ciudadanos más humildes, quienes serían los más afectados por cualquier incremento en los precios de estos productos esenciales.
Con un tono decidido, el Primer Mandatario afirmó: "No puede subir el diésel, no puede subir la gasolina, porque si eso sucediera, los más afectados siempre serán los más pobres, los más humildes, no son los más ricos, por eso estamos haciendo el esfuerzo desde el Gobierno nacional de mantener esos precios y vamos a seguir haciéndolo mientras tengamos el físico económico para poder hacerlo".
En un contexto en el que los precios de los combustibles son una preocupación constante, Arce subrayó la prioridad de su administración al asignar recursos sustanciales para mantener los subsidios en el Presupuesto General del Estado 2024. Con una asignación de Bs 9.803 millones, de los cuales Bs 5.867 millones están destinados al diésel oil, el Gobierno demuestra su enfoque en proteger a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
La política de subsidios ha mantenido los precios del litro de diésel en Bs 3,72 y de la gasolina en Bs 3,74 en Bolivia, un esfuerzo significativo que ha enfrentado desafíos recientes. Largas filas en las estaciones de servicio y la especulación en el mercado llevaron a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) a intensificar sus esfuerzos de fiscalización.
El Jefe de Estado no dudó en denunciar prácticas deshonestas, señalando que "hay malos bolivianos” que quieren aprovecharse de ese esfuerzo en favor de los más humildes.
En medio de las dificultades, son cruciales las investigaciones en curso para abordar irregularidades, como el reciente caso de empleados de la refinería Guillermo Elder Bell de Santa Cruz aprehendidos por hurto de combustible.
Además, son importantes los proyectos a largo plazo que el Ejecutivo ha iniciado y que buscan una solución estructural al problema de importación, incluyendo la construcción de plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto, así como la puesta en marcha de una planta para producir biodiésel.
Con estas acciones, el gobierno de Luis Arce no solo busca mantener precios accesibles para la población, sino que también trabaja en soluciones sostenibles que beneficiarán a la nación en el futuro. Su determinación en este tema es un reflejo claro de su compromiso con el bienestar de los ciudadanos bolivianos.
