Encuéntranos en:
Búsqueda:

Culmina un exitoso proceso electoral

El miércoles 5 de noviembre, Rodrigo Paz y Edmand Lara recibieron sus credenciales como presidente y vicepresidente electos, respectivamente; días antes fueron acreditados los nuevos asambleístas para que entre en funciones el renovado Órgano Legislativo. De esta manera concluyó con éxito el proceso electoral que el Órgano Electoral llevó a cabo de forma correcta y transparente, gracias al marco normativo, la decisión política y las garantías financieras emanadas desde el Ejecutivo.

En diferentes declaraciones a la prensa en los últimos meses, el presidente Luis Arce enfatizó en que uno de los grandes legados de su gestión es la preservación de la democracia. Y es que precisamente uno de los criterios clave a destacar en la gestión del Gobierno nacional es que puso por encima de todo la democracia, el mayor patrimonio popular intangible; no menos importante de resaltar son las plenas garantías otorgadas para la realización de unas elecciones nacionales transparentes, con resultados veloces y reales, tanto en la primera vuelta como en el balotaje, en un proceso que dejó satisfechos a todos los bolivianos, por encima de las posiciones ideológicas.

¿Cuán relevante es decir que el fortalecimiento de la democracia es uno de los mayores aciertos de Arce? Para dimensionar de manera cabal esta afirmación, hay que recordar el país que recibió y con el que tuvo que lidiar. Al asumir en 2020 con más del 55% de apoyo en las urnas, el presidente tuvo que ponerse sobre las espaldas un Estado debilitado por las irregularidades en la sucesión anterior. Pero ya en pleno ejercicio, e incluso con la enorme legitimidad del voto masivo, Arce tuvo que lidiar con una paulatina descomposición de la democracia deliberativa: el boicot en la ALP —un accionar antidemocrático, por donde se lo mire— que condicionó de manera crucial el campo de acción. Aun así se llegó a esta etapa, ya casi en el cierre de su administración, con grandes metas estructurales cumplidas.

El apego incondicional a la democracia se verificó además en el compromiso del mandatario y su gobierno de cumplir su rol constitucional a carta cabal y dar el marco legal, financiero y factual para que se desarrollen unas elecciones altamente exitosas, tanto el 17 de agosto como el 19 de octubre, tras las cuales el OEP entregó resultados irrebatibles y de manera oportuna.

Hay que recordar una premisa clave que Luis Arce priorizó a lo largo de su mandato: el diálogo y el consenso por encima de todo. De esta manera, en momentos complejos —bloqueos, crisis legislativa, amenazas de movilizaciones— se encauzó una serie de reuniones multipartidarias que, con el TSE a la cabeza, dieron certezas y seguridad a los bolivianos. Lo que bien empieza y tiene buenos y nobles propósitos en su desarrollo, generalmente llega a buen puerto. Más allá de la victoria de Rodrigo Paz y el eventual repliegue del Instrumento Político, si de hablar de democracia se trata, el precepto se cumplió a cabalidad.


Imprimir   Correo electrónico

Ahora El Pueblo logo

Búsqueda