Bolivia, junto con un grupo multirregional representativo de países, ha desempeñado un papel destacado en esta resolución de Naciones Unidas, lo que demuestra su compromiso con los derechos de las personas en las zonas rurales a nivel global.
Es alentador ver que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobara la resolución boliviana que da lugar al Grupo de Trabajo sobre los Derechos de los Campesinos y otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales. Esta iniciativa es un paso fundamental hacia el fortalecimiento de los procedimientos especiales y la legalidad internacional de los derechos humanos.
El compromiso del vicecanciller Freddy Mamani en la sesión y las negociaciones para la adopción de la declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en áreas rurales es digno de reconocimiento.
Después de la histórica aprobación de la Declaración de los Derechos de los Campesinos hace cinco años, esta nueva resolución crea un mecanismo internacional de seguimiento y atención para garantizar la protección de los derechos de las campesinas y campesinos en todo el mundo.
Esta acción se alinea perfectamente con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales (Undrop) y su llamado a promover la difusión y aplicación efectivas e integrales de los derechos de estas comunidades.
La creación del Grupo de Trabajo con expertos independientes es un paso esencial para garantizar la implementación efectiva de la Undrop y compartir las mejores prácticas en su aplicación.
Además, el enfoque en la coordinación con otras agencias de la ONU y organizaciones internacionales subraya el compromiso de trabajar juntos en la promoción y protección de los derechos de las personas en las zonas rurales.
Es alentador también ver que esta resolución hace referencia al Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar (2019-2028) y al Año Internacional de los Camélidos de 2024, reconociendo la importancia de la agricultura familiar y la contribución vital de los camélidos a la lucha contra el hambre, la erradicación de la pobreza extrema y la sostenibilidad.
Bolivia, junto con un grupo multirregional representativo de países, ha desempeñado un papel destacado en esta resolución de Naciones Unidas, lo que demuestra su compromiso con los derechos de las personas en las zonas rurales a nivel global.
La asunción de la Vicepresidencia y Relatoría del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por parte de Bolivia es un testimonio de su liderazgo en esta área.
Esta resolución es un paso significativo hacia un mundo más inclusivo y equitativo, donde los derechos de todas las personas, especialmente las que trabajan en zonas rurales, sean respetados y protegidos.
