El respeto por las creencias religiosas de otras personas es un principio fundamental en una sociedad pluralista y tolerante. Ofender deliberadamente las creencias religiosas, como lo ha hecho el expresidente Evo Morales innecesariamente, ha provocado la marcada molestia en filas católicas y evangelistas.
“Evo Morales se burla del 99 por ciento de los bolivianos que profesan una creencia de fe en Jesucristo", han dicho los católicos.
Los evangelistas, en tanto, le han preguntado al líder cocalero: ¿Por qué se burla de la Biblia, de un símbolo sagrado para el 99 por ciento de los bolivianos?
No ofender las creencias religiosas de otras personas en un principio de respeto a los derechos humanos, a las diversidades es mostrar también empatía.
Vivimos en un mundo diverso en el que las personas tienen una amplia variedad de creencias religiosas y espirituales. Mostrar respeto por estas diferencias es esencial para fomentar la coexistencia pacífica y la tolerancia.
Los derechos humanos incluyen la libertad de pensamiento, de conciencia y religión, lo que implica la libertad de tener y practicar cualquier fe religiosa.
El respeto por las creencias religiosas de los demás fomenta un ambiente en el que es más probable que las personas estén dispuestas a dialogar y comprenderse mutuamente.
La empatía y el respeto hacia las creencias religiosas de los demás es un acto de generosidad y comprensión que puede inspirar a otros a hacer lo mismo.
Morales tiene que saber que el respeto por las creencias religiosas de otras personas es un componente esencial de una sociedad tolerante y pluralista.
Está claro también que este respeto debe equilibrarse con el derecho a la libertad de expresión, siempre que se ejerza de manera respetuosa y responsable, sin incitar al odio o la violencia.
