Bolivia celebra su Año del Bicentenario. Hace 200 años, el 6 de agosto de 1825, la Casa de la Libertad, en la capital Sucre, era testigo del nacimiento de Bolivia con la firma del Acta de la Independencia.
Son dos siglos de un camino con luces y sombras, en el cual prevaleció la unidad de un país que transitó de la República al Estado Plurinacional. En medio de los actos y festejos, también se abre un espacio para evaluar lo recorrido y proyectar una nueva agenda de metas para la prosperidad de bolivianas y bolivianos.
Sin duda, el reconocimiento de Bolivia como un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, tal como reza la nueva Constitución Política aprobada por referéndum en 2009, abrió las puertas a una nación basada en el respeto e igualdad para todos, con la inclusión plena de lo indígena-originario-campesino y bajo la lógica del Vivir Bien, dejando al Estado colonial, republicano y neoliberal. Y el Bicentenario es una oportunidad para impulsar la consolidación de estas conquistas y derechos.
En lo económico, el país tiene el reto de diversificar su economía más allá del gas y la minería, con el litio como esperanza de la bonanza del mañana. Que Bolivia apunte a generar valor agregado para dejar de ser exportador de materia prima. El Bicentenario abre las puertas para ajustar el engranaje del Modelo Económico Social Comunitario Productivo que mantuvo la senda del crecimiento en el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), con una justa redistribución de los excedentes económicos.
La industrialización es un faro para avanzar en este camino y uno de los pilares de la política económica del gobierno de Luis Arce. El Año del Bicentenario se convierte en un parteaguas hacia la Bolivia industrializada, para que la sustitución de importaciones y la diversificación de la producción garanticen un crecimiento sostenido. Son 170 plantas industriales proyectadas por el Plan Estratégico Nacional del Bicentenario, en hidrocarburos, minería y manufactura. Y el tiempo de su cosecha será en 2025.
El Bicentenario es una oportunidad para modernizar la educación con una nueva malla curricular que emerja del Congreso Plurinacional de Educación o la implementación de las Ciudadelas del Conocimiento para una tecnología “hecha en Bolivia”; para el salto cualitativo hacia una mejor atención a los pacientes con el Servicio Único de Salud (SUS), el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear, u hospitales de cuarto nivel; para la ayuda a los deportistas, con el programa Sueño Bicentenario.
En resumen, el Año del Bicentenario es un episodio propicio para la revalorización de la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de las bolivianas y los bolivianos de todos los rincones, aquella que se traduce en su unidad férrea en los episodios complicados y su espíritu para avanzar hacia una Bolivia donde impere la paz, un país digno, justo, lleno de oportunidades, libre, soberano e independiente, tal como soñaron los próceres de la independencia hace 200 años en la Casa de la Libertad.