Los desastres naturales no dan tregua al país. Una de las últimas emergencias se activó en la zona de Codavisa, en el sur del municipio de La Paz, colindante con el de Palca, donde el deslizamiento de un talud causa preocupación en ocho manzanos. Las lluvias incesantes carcomieron la estabilidad de 30 hectáreas, afectando a las casas habitadas por 43 familias, las que ahora intentan desesperadamente recuperar sus pertenencias. Y el Gobierno nacional no escatimó esfuerzos para extender la mano a los damnificados.
El presidente Luis Arce instruyó el despliegue de 180 militares del Comando Conjunto de Respuesta ante Eventos Adversos para brindar toda la asistencia necesaria a los 173 vecinos sumidos en la tragedia, además de disponer la coordinación del Viceministerio de Defensa Civil con las autoridades de La Paz y Palca. Más todavía, el martes envió 10 toneladas de ayuda humanitaria para 1.750 familias de los municipios de Caranavi y Cajuata en el departamento de La Paz, asediadas por los embates de la crisis climática.
Las lluvias golpean a los nueve departamentos, siendo La Paz el más perjudicado. Y el Gobierno ha ratificado su compromiso de no dejar a su suerte a las regiones que pasan por esta emergencia con la entrega de 153 toneladas de ayuda humanitaria que hasta el momento beneficiaron a 6.247 familias de 21 municipios del país, con una inversión superior a los Bs 1,6 millones. Asimismo, se movilizó a 3.233 efectivos castrenses que llevaron a cabo 42 operativos de rescate y apoyo por deslizamientos e inundaciones.
Pero las cifras de las afectaciones no paran de aumentar. Según el último reporte, hay 42 fallecidos y seis desaparecidos; los municipios que sufren por las precipitaciones pluviales ascienden a 119, de los cuales 39 ya se declararon bajo desastre; las comunidades afectadas son 1.991 y las familias llegan a 186.056 (con 136.885 afectadas y 49.171 damnificadas), además de registrarse 411 viviendas completamente destruidas; esto sin contar todavía los daños de las emergencias recientes en Cochabamba y La Paz.
Mientras, la indolencia de la nueva y la vieja derecha en la Asamblea Legislativa evita la aprobación de dos créditos internacionales necesarios para fortalecer la ayuda del Gobierno a los damnificados, todo por su afán de generar descontento y convulsión social por sus afanes proselitistas. Son $us 325 millones de la Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo que pueden aliviar las necesidades de miles de bolivianos, posibilitar tareas de prevención y futuros planes de reconstrucción.
La proyección del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) apunta a que la situación será más complicada este mes. Ya se emitió una alerta roja por lluvias y posibles inundaciones para 98 municipios de cinco departamentos hasta el 25 de marzo. Y pese a la crisis de carburantes, el Gobierno garantizó diésel para la atención de los desastres, ratificando todo su respaldo a las regiones afectadas, como hizo en Codavisa. Ahora se requiere que todos pongan su granito de arena para enfrentar esta emergencia.