El primer trimestre de 2024 estuvo marcado por desafíos climáticos sin precedentes para Bolivia.
Las intensas lluvias que azotaron el país durante esta temporada dejaron un rastro devastador, ya que afectaron a cientos de miles de familias y provocaron daños significativos en numerosas regiones.
Según informes oficiales del Viceministerio de Defensa Civil, las lluvias de este año superaron en magnitud a las del año anterior y afectaron a un total de 246.367 familias en los nueve departamentos y 169 municipios del país.
Esta situación ha exigido una respuesta urgente y coordinada por parte del gobierno del presidente Luis Arce.
Ante esta crisis, el Gobierno demostró su compromiso con el bienestar de los ciudadanos afectados, desplegando una oportuna y efectiva respuesta humanitaria. Se entregaron 945 toneladas de ayuda humanitaria para apoyar a las familias damnificadas y se proporcionaron alimentos, agua, refugio y otros recursos esenciales para ayudarles a enfrentar las dificultades.
Además, las autoridades continúan con una estrecha vigilancia sobre la situación y mantienen la alerta naranja hasta el 12 de abril para prevenir nuevas emergencias. Esto refleja el compromiso del Gobierno de proteger a sus ciudadanos y responder de manera proactiva ante cualquier eventualidad.
Es importante destacar que esta respuesta no se limitó únicamente a la entrega de ayuda humanitaria, sino que también incluyó esfuerzos para evaluar y mitigar los daños causados por las lluvias.
Los técnicos del Viceministerio de Defensa Civil han estado trabajando incansablemente para verificar y cuantificar los impactos, así como para proporcionar asistencia directa en las áreas más afectadas.
A pesar de los desafíos persistentes que enfrenta el país, el Gobierno ha demostrado liderazgo y solidaridad en momentos de crisis.
La rápida y decidida acción tomada para responder a las necesidades de las familias damnificadas y las regiones afectadas es un testimonio del compromiso del presidente Luis Arce con el bienestar y la seguridad de todos los bolivianos.
En tiempos de adversidad, la unidad y la solidaridad son fundamentales, y el Gobierno ha demostrado estar a la altura del desafío.