Ingresos por más regalías, dinamización de puerto Busch y la nueva planta de trituración de hierro es la trilogía sobre la cual se asienta el trabajo de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), por el momento. Y la tarea está bien encaminada, pues en los dos últimos años la producción de hierro y su exportación ya produjo beneficios económicos.
La actual administración ya invirtió casi tres millones de dólares en la implementación de una Planta Fija de Clasificación y Trituración de Hierro, que tendrá un significativo impacto en la producción de la empresa y, por tanto, repercutirá en toda la cadena de producción de este recurso natural asentado en la provincia Germán Busch, a 672 km de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el departamento de Santa Cruz.
De hecho, las exportaciones de hierro triturado se incrementarán hasta en ocho veces de acuerdo con el último reporte de la empresa. Ese aumento de producción necesariamente repercutirá en primera instancia en la contratación de mayor personal porque la nueva planta trabajará en tres turnos de ocho horas cada uno.
Las autoridades de la empresa ya informaron que con la vieja planta se logró la exportación de hasta 152.000 toneladas de hierro en la gestión pasada; con la implementación de la nueva planta se prevé incrementar esa exportación-comercialización hasta 850.000 toneladas; ese es el impacto que esperan los administradores de la ESM.
Ese es uno de los ejes, la dinamización de Puerto Busch es otro de los objetivos de la empresa, pues en 2022 se logró exportar hasta 24.000 toneladas por este puerto que está bajo la administración de la ESM. El destino de exportación es Europa, que se abrió a la producción de hierro boliviano, y los mercados de Reino Unido, Polonia y Rumania ya abrieron sus puertas, pero requieren más mineral que hasta ahora Bolivia no estaba en condiciones de exportar, las cosas están cambiando.
Pero la exportación de mineral es uno de los rubros de Puerto Busch que fácilmente puede ser otra puerta de transporte de la producción boliviana, que no esté vinculada a minerales, pero que tenga posibilidades de alcanzar mercados europeos; por eso es importante el fomento de crecimiento de esta puerta de salida hacia el océano Atlántico.
El tercer eje es económico y tiene su propia dinámica, porque al margen de las regalías para la región están los ingresos para el país por exportaciones. En el primer caso las autoridades de la ESM informaron que en 2021, poco después de reanudar operaciones las regalías para la región, llegaron a 2,8 millones de bolivianos, mientras que el año pasado esa cifra casi llegó a los 4 millones. Si se aplican las sumas, el panorama es alentador, porque recibieron ese monto por las 152.000 toneladas de mineral exportado; ahora se prevé subir hasta en ocho veces ese nivel de exportación, por tanto las regalías subirían en la misma proporción.
En cuanto a las exportaciones las cosas también pueden mejorar, porque el país recibió 18 millones de bolivianos en 2022 por la venta de hierro triturado; este año ese material se multiplicará por ocho y los ingresos también. Y sin contar con los productos agregados que se fabricarán dentro de poco en la empresa, asunto que es parte de otro tema.