El paralelismo que está siendo gestado por Evo Morales al interior de las organizaciones sociales no hace más que dañar un pilar fundamental del Instrumento Político, que permitió retornar a la democracia en 2020, como es la unidad.
En días pasados, una directiva autoproclamada de la CSUTCB, impulsada por Morales, convocó a un bloqueo de caminos indefinido para el 4 de septiembre, bajo el argumento de construir una “nueva agenda política y social”.
Dicha medida, que tiene como base el satisfacer los caprichos e intereses personales de un puñado de personas, se constituye en un atentado contra la reactivación económica que viene encarando el país, con efectos muy similares a los ocasionados por los sectores radicales de ultraderecha, principalmente de Santa Cruz, cuyos efectos atentaron, principalmente, contra los sectores más vulnerables de la población.
Pero los afanes de división no quedan ahí. Esta directiva también lanzó la idea de conformar un nuevo Pacto de Unidad, iniciativa que, de manera evidente, no tiene otra finalidad que la de generar profundas fracturas al interior de los entes matrices y columna vertebral del Proceso de Cambio.
Las acusaciones infundadas, sin prueba alguna, que se van constituyendo en una constante durante el último periodo, están alimentando una rivalidad que no tiene razón de ser. El acusar libremente al presidente Luis Arce de haber “instruido” una gasificación en el congreso de la CSUTCB, tiene como objetivo el enardecer el conflicto y atacar la imagen del Jefe de Estado. Una vez más, realmente llama la atención la soltura con la que se vierten tales calumnias.
Resulta evidente que los resultados de estas acciones divisionistas podrían ser fatales, pues no se está midiendo la dimensión de sus efectos. Lastimosamente, parece que los impulsos personales se están anteponiendo a un bien colectivo, a un objetivo mayor y profundamente necesario en estos tiempos de crisis, como es la reconstrucción del país, que además es mandato expreso del pueblo boliviano que acudió a las urnas en 2020.