No sólo el litio de la batería que necesita el mundo se encuentra en los yacimientos del salar de Uyuni, en el departamento andino de Potosí. La zona posee también lugares de colosal belleza. El salar, de 12.000 kilómetros cuadrados, está situado a más de 3.663 metros sobre el nivel del mar y se constituye en uno de los principales destinos turísticos de Bolivia.
Con la reactivación del Programa de Dinamización Turística del Destino Salar de Uyuni y Lagunas de Colores, que impulsa el Gobierno, 12 comunidades del sudoeste potosino, fronterizo con Chile, serán beneficiadas.
El gobierno del presidente Luis Arce garantiza la inversión de Bs 126,9 millones en la ejecución de este programa de fortalecimiento turístico y artesanal que prevé, además, la construcción de tres hoteles, tres restaurantes y un centro recreacional que llegará a las comunas indígena campesinas de Tahua, Llica, San Agustín, Colcha K, San Pedro de Quemes, San Pablo de Lípez, San Antonio de Esmoruco, Mojinete, Villazón, Tupiza, Atocha y Uyuni.
La zona recibe anualmente más de 300.000 visitas.
En el famoso desierto de sal boliviano se filmó en 2017 la taquillera Star Wars VIII: Los últimos Jedi. En la zaga, el salar se constituye como Crait, uno de los mundos que juega un papel clave en la película.
Esta rareza geográfica, casi completamente plana, estaba formada por lagos prehistóricos que se secaron hace miles de años y dejaron sus contenidos ricos en sal.
Según estimaciones oficiales, la región es, en la actualidad, una de las principales reservas de litio en el mundo.
El Plan Estratégico Nacional del Bicentenario prevé la promoción de al menos 200 destinos turísticos certificados en la amplia geografía nacional.
El Viceministerio de Turismo tiene en marcha la identificación de los principales sitios en todo el país, mientras que los territorios municipales señalan las potencialidades de sus atractivos.
El Programa 200 Años 200 Destinos Turísticos de Bolivia busca identificar lugares y circuitos de todos los rincones del país rumbo a 2025.
El Plan Estratégico Nacional del Bicentenario 'La Bolivia que Soñamos al 2025' fue una construcción colectiva que apuntala el desarrollo con megaobras y acciones en la senda del crecimiento en el que estamos embarcados.