Se aproxima el 16 de julio, fecha en que se conmemoran 215 años de la Revolución de La Paz, protagonizada, en 1809, por un valiente grupo de rebeldes que se levantaron en contra del dominio español, para así encender, desde esta histórica región, una llama de libertad que se propagaría por el continente sin que nadie pueda apagarla.
Tristemente, una vez más, La Paz recibirá esta fecha especial sin mucho para celebrar, ya que nuevamente hay una serie de promesas incumplidas por parte del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, que se limita a hacer algunos retoques en la urbe y brindar anuncios de proyectos y obras que se repiten desde su primer año de gestión. Tal parece que ya hicieron de esta práctica un hábito.
Anuncios como el de la instalación de luces led en toda la ciudad, parqueos tarifados o la remodelación de determinados espacios son promesas que se repiten gestión tras gestión, e incluso hay algunas otras que datan del periodo de candidatura, como la de convertir el Teatro al Aire Libre en un “gran auditorio cultural”, comparable con los mejores escenarios de la ciudad. Esta última propuesta comprendía espacios para talleres, salas de ensayo, cafeterías, parqueos, además de una infraestructura techada; nada de esto se ha cumplido después de tres años de gestión.
Como cada año, lo único que se visibiliza en la ciudad son trabajos apresurados de refacción en el asfaltado de algunas calles del centro faltando pocas semanas para el 16 de julio. Y este 2024, en vísperas de la efeméride, los paceños además deberán lidiar con el cierre de la Plaza Mayor de San Francisco, debido a la reparación del interior de la bóveda del río Choqueyapu, trabajos que deberían haberse realizado hace mucho tiempo, puesto que la condición de esa infraestructura era ya conocida desde gestiones anteriores.
La población paceña juzgará si las “megaobras” de las que tanto se habla son una realidad o simplemente discursos que caen por su propio peso. Lo cierto es que la ciudad tiene muchas necesidades y no es un favor, sino un deber, que la alcaldía las atienda y garantice mejores condiciones para los habitantes de la sede de gobierno.