En noviembre de 2001 nacía uno de los programas municipales paceños que mayor acogida y representatividad ha logrado entre la población de esta urbe, como son las Cebras. Durante años vinieron desarrollando una labor de educación vial y ciudadana principalmente en los pasos peatonales, pero, de un tiempo a esta parte, su presencia, caracterizada por aquellos carismáticos trajes a rayas, se fue desvaneciendo al punto de no quedar rastro de ellas en las calles de La Paz.
La etapa de decadencia de este programa municipal se inició años atrás, con la llegada de Iván Arias a la alcaldía, quien relegó la importancia de esta iniciativa que paulatinamente fue disminuyendo su incidencia hasta tocar fondo y quedar totalmente invisibilizada, tal como ocurre ahora.
En su mejor etapa, este programa de educadores urbanos llegó a tener en sus filas entre 300 y 500 voluntarios, logrando una notoria incidencia en la población, al punto de ser replicado en otras ciudades del país, como Viacha, El Alto, Tarija, Sucre; y siendo declaradas Patrimonio Cultural del municipio de La Paz en 2015. Pero este patrimonio fue afectado por una administración municipal carente de planificación que, entre otras cosas, le redujo presupuesto. Ya para 2023, la cantidad de voluntarios disminuyó a 55, según informaron fuentes del propio Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
En 2021, en vísperas de celebrarse los 20 años de vigencia del programa, el alcalde Arias decía que “hay que crear nuevas figuras” e “inventar algún personaje”, en relación a una reinvención del programa; pero, a tres años de esas declaraciones, no hubo tal renovación y, más por el contrario, la iniciativa de educación vial se fue en picada.
Es una lástima que de la imagen de las cebras en la actualidad solo queden algunas figuras escenográficas en ciertos espacios municipales. Si bien la aprobación del convenio para dar continuidad al programa está en manos del Concejo Municipal, es evidente que no hubo una planificación adecuada y no se tomaron los recaudos para impulsar la iniciativa, tomando en cuenta que ya casi ha transcurrido la mitad de la gestión 2024 y no hay avances.
Ante la carencia de nuevas obras e iniciativas municipales, es preocupante que ni siquiera haya la capacidad de dar continuidad a aquellas que corresponden a gestiones pasadas. La dejadez se hace cada vez más evidente y La Paz lastimosamente ha quedado en la indefensión total.