El presidente Luis Arce cumple su cuarto año en el cargo y se prepara para su último año de gestión constitucional en un periodo que coincidirá con el Bicentenario del país, en 2025.
Arce, quien asumió la presidencia el 8 de noviembre de 2020 tras una victoria electoral en medio de la crisis política y social de 2019, enfrenta un año decisivo con logros en diversos sectores y desafíos complejos en la recta final de su mandato.
Entre los logros alcanzados, la administración de Arce ha resaltado el crecimiento económico sostenido y la recuperación económica pospandemia.
Con el apoyo de medidas fiscales y programas de reactivación, el Gobierno ha promovido incentivos al sector productivo, buscando mitigar el desempleo y fortalecer la economía nacional.
Además, la administración ha puesto en marcha programas de inversión pública para impulsar obras de infraestructura, incluyendo el desarrollo vial, construcción de hospitales, escuelas y mejora de servicios básicos en regiones rurales y urbanas.
También se han implementado políticas en favor de la industrialización del litio, con el objetivo de posicionar a Bolivia como un actor relevante en la industria energética.
En el ámbito social, el Gobierno ha desarrollado programas de inclusión para reducir la pobreza, y ha impulsado políticas de protección social en sectores vulnerables, como el Bono Juancito Pinto para estudiantes y bonos adicionales para madres y personas mayores.
Sin embargo, en su último año de gestión, Arce enfrenta desafíos importantes. La estabilidad política se ha visto afectada por los intentos de golpe de Estado de la facción liderada por el expresidente Evo Morales.
Las tensiones internas han planteado retos para el liderazgo del mandatario, quien en los siguientes 12 meses deberá afrontar problemas estructurales como la dependencia de las exportaciones de recursos naturales, que siguen siendo una base importante de ingresos, y la necesidad de diversificar la economía en un contexto global incierto.
A nivel de seguridad, el Gobierno se enfrenta a demandas de mayor control en las fronteras y a la lucha contra el narcotráfico. En tanto, la gestión del último año será clave para avanzar en la industrialización del litio y en proyectos de energía renovable, que el presidente Arce ha anunciado como prioridades en el marco del Bicentenario.
En los siguientes 12 meses, la administración de Luis Arce buscará encaminar las metas del país hacia el Bicentenario, en un momento marcado por expectativas de desarrollo económico, estabilidad política y proyección internacional para Bolivia.