A medida que nos acercamos al cierre de este año, Bolivia destaca por mantener una de las tasas de inflación más bajas a nivel mundial, registrando un modesto 1,48%, según datos proporcionados por fuentes oficiales.
Este hecho sitúa al país en una posición favorable en comparación con otras naciones de la región, pues comparte el podio de las economías con menor inflación junto a Ecuador.
El contexto internacional, marcado por la complejidad derivada de la pandemia del Covid-19 y los conflictos globales, no ha impedido que el Estado Plurinacional sostenga la estabilidad de sus precios internos, un logro que se destaca aún más dada la situación económica mundial.
Hasta noviembre de 2023, la disparidad en las tasas de inflación en Sudamérica es evidente, con países como Argentina exhibiendo una preocupante cifra del 120%, en marcado contraste con Bolivia y Ecuador, que ostentan cifras notoriamente más bajas, del 1,48% y 1,4% respectivamente.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) enumeró los sectores que han contribuido a esta estabilidad de precios. Destaca la disminución en el costo de productos como la carne de pollo, la cebolla y los quesos, así como en servicios como el transporte interdepartamental en ómnibus.
Por otro lado, se observa un aumento en el precio de productos como la zanahoria, la papa y la achojcha.
Este escenario positivo refuerza la visión del Gobierno, que ha estado trabajando activamente para fortalecer el aparato productivo del país, contribuyendo así a la estabilidad de los precios y generando mayores ingresos para la población.
Este enfoque estratégico parece estar dando sus frutos, contrarrestando las adversidades externas.
Es relevante recordar que, a pesar de las proyecciones iniciales que sugerían una inflación del 3,28% para este año, Bolivia ha superado las expectativas, consolidándose como una de las economías con menor inflación a nivel global.
Este logro no solo resalta la resiliencia económica del país, sino que también subraya la eficacia de las políticas implementadas para mantener la estabilidad en tiempos desafiantes.
