El grupo Brics, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa más del 20% del Producto Interior Bruto global, el 42% de la población mundial, y su territorio supera el 25% de la extensión total del planeta. El bloque del Brics, que se reunirá en Sudáfrica en una cumbre, la décimo quinta, despierta expectativa mundial no sólo por las cifras que grafican su fuerza sino porque ha anunciado un proceso de expansión para convertirse en uno de los pilares de un nuevo orden mundial más justo.
Frente al imperialismo estadounidense, los nuevos centros del crecimiento económico y de toma de decisiones de importancia geopolítica en la región euroasiática, Asia-Pacífico, Oriente Próximo, África y América Latina se guían por sus propios intereses y priorizan su soberanía nacional.
Eso no implica que el grupo de los Brics aspire a reemplazar los mecanismos multilaterales y menos aún convertirse en una nueva hegemonía colectiva en la escena internacional.
Por el contrario, los miembros del organismo abogan sistemáticamente por la creación de condiciones para el desarrollo de todos los Estados, lo que excluye la lógica de bloques de la Guerra Fría y los juegos geopolíticos.
Hoy el grupo Brics, el que Bolivia podría integrar, es visto como la fuerza positiva que puede reforzar la solidaridad de los países del sur y del este global.
Los cinco Estados miembros, uno de ellos Brasil, vecino y aliado de Bolivia, están dispuestos a responder a la demanda de mayor inclusión y, por eso mismo, pusieron en marcha el proceso de expansión.
Recientemente, más de 20 Estados han expresado su deseo de unirse al bloque económico, entre ellos Argentina, Venezuela, Bolivia, Irán, Argelia, Túnez, Turquía, Arabia Saudita y Egipto.
La cumbre en Sudáfrica quizá marque un punto de inflexión en el nuevo orden mundial, porque con su fuerza económica, su potencial de mercado, su influencia política y su cooperación al desarrollo, el Brics está hoy en condiciones de transformar la economía y las relaciones entre Estados a escala mundial y configurar colectivamente una nueva dinámica global.