El 1 de abril de 2022, el alcalde de La Paz, Iván Arias, desde la localidad de Patacamaya, anunciaba con bombos y platillos la llegada de la flota de 66 buses Pumakatari al país para sustituir aquellos que fueron quemados durante los conflictos de 2019. En esa oportunidad, el burgomaestre destacaba que los vehículos venían de muy lejos “para servir a La Paz”, hablaba de un “relanzamiento” del transporte municipal y comprometía con ello “nuevas líneas y nuevos servicios”.
A un año de este arribo, ni las nuevas líneas ni los nuevos servicios se visualizan; por el contrario, los buses están varados sin ningún beneficio, sufriendo deterioros debido a la inactividad.
Entre octubre y noviembre de 2022, la flota de buses inactivos estaba a vista de la ciudadanía, varados en inmediaciones del Parque Urbano Central, donde se desarrolla cada año la feria navideña. Por aquellos días, el secretario municipal de Movilidad Enrique Villanueva corroboraba que los buses “no están entrando a ninguna ruta nueva”, pese a que Arias había anunciado que para el 16 de julio, conmemorando el aniversario de La Paz, se aplicaría la puesta en marcha de los vehículos en una primera etapa, y para el 20 de octubre, en una segunda.
Hasta ese entonces, los 66 buses ya llevaban aproximadamente siete meses a la intemperie, sin funcionar, y de acuerdo con una inspección de la concejala Roxana Pérez Del Castillo, al menos 30 unidades ya presentaban deterioros sin siquiera haber operado.
Pero la solución, en criterio de Arias, parece ser muy sencilla: llevarlos del Parqueo Urbano Central, donde se evidenciaba claramente el desuso de los buses, a un lugar menos visible, como es Bolognia, para que continúen sin ningún funcionamiento. Del Castillo informó recientemente que, mediante varias inspecciones ejecutadas por concejales a la flota de buses, se evidenció deterioros como vidrios rotos, puertas quebradas por el calor del sol, rajaduras en su infraestructura y falta de mantenimiento.
En realidad, el tema de los buses Pumakatari tiene larga tela que cortar, recordemos que su adquisición estuvo vinculada a presuntas irregularidades respecto a plazos y sobreprecios en los que están vinculados Arias, Revilla y otros exfuncionarios municipales. Pero, dejando de lado estas circunstancias y volviendo al problema de operatividad, la pregunta es ¿hasta cuándo estará desperdiciándose esa millonaria inversión que debería estar al servicio de los paceños?
Lo único que queda esperar es que para este 16 de julio, Iván Arias decida cumplir su promesa y ante la carencia de obras para regalar a la ciudad, al menos dedique este tiempo para planificar las rutas y ponga a operar los 66 buses que no requieren más que eso, disponer su funcionamiento.