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Armando Aquino Huerta

Bolivia democrática y unida

Nuestro Estado Plurinacional de Bolivia festeja sus 198 años de independencia en plena vida democrática y unida como nunca, para beneplácito de todas las bolivianas y bolivianos; solo los golpistas fascistas que son una minoría no festejan esa vida democrática porque persisten en sus afanes desestabilizadores discriminando a la mayoría del pueblo, diciéndoles “indios” e “indias” —negando a sus antepasados—; cometiendo así los delitos de racismo y discriminación sancionados en los Arts. 281 quinquies y 281 sexies del Código Penal.

Vida democrática que fue interrumpida por los golpistas de 2019 violando los derechos humanos, masacrando al pueblo, asesinando, suprimiendo el derecho a la libertad de expresión, privando de su libertad a los vocales del Tribunal Supremo Electoral y de los Tribunales Departamentales Electorales con denuncias falsas, autorizando a militares y policías mediante decretos supremos firmados por Jeanine Añez y sus ministros para matar sin responsabilidad alguna —entre otros— y atentando contra la independencia de Bolivia, porque pedían —insistentemente— la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), la Organización de Naciones Unidas (ONU), gobiernos extranjeros de la derecha fascista, y del Vaticano para su bendición en nombre de Dios.

La democracia que vivimos muestra que cualquier golpe de Estado, separatismo, federalismo y cambio del Estado Plurinacional está rechazado definitivamente conforme lo demostraron las bolivianas y bolivianos en los desfiles cívicos y patrióticos realizados en las ciudades, pueblos, municipios y comunidades de Bolivia festejando la independencia, la libertad y la democracia; además porque cualquier idea de federalismo y cambio del Estado Plurinacional atenta contra la unidad patriótica establecida en el artículo 1 de la Constitución Política del Estado; realidad que los legisladores opositores y políticos golpistas —que son la minoría— la sienten en su fuero interno, pero sus intereses personales y de grupo no les dejan festejar, porque no les interesa la independencia de los bolivianos y bolivianas, sino desestabilizar al gobierno democrático actual y con la ayuda de gobiernos extranjeros y organismos internacionales dar un nuevo golpe de Estado para ser impunes por los delitos que cometieron. Dios salve a la Patria.

La UNIDAD de nuestra patria Bolivia obliga a que los golpistas y fascistas respeten a la mayoría que gana en las elecciones generales desde 2005, y dejen de separarse de esa mayoría haciendo el papel de ovejas descarriadas interpretando erróneamente su libertad al extremo de cometer delitos, ser detenidos y puestos en las cárceles; en otras palabras, es necesario que esa minoría vuelva al redil como dice la Biblia en 1 Pedro. 2.25 “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”, y en San Lucas 15.6: “Y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido”, y dejen de conspirar; porque la unidad democrática de los bolivianos está demostrada con las victorias de todas elecciones generales desde 2005 hasta el presente por el MAS-IPSP, con el apoyo de los aymaras, quechuas y tupiguaraníes —con ponchos y polleras—, que constituyen la mayoría del pueblo boliviano en su calidad de herederos del Kollasuyo, que dicho sea de paso, son incluyentes aplicando la trilogía “Ama qhilla, ama llulla, ama suwa” (no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón); resultando así que las minorías solo valen en las dictaduras, tiranías y monarquías, y no en democracia ni en los Estados Plurinacionales.

Concluyendo, BOLIVIA festeja sus 198 años de independencia viviendo a plenitud la DEMOCRACIA, porque algunos golpistas ya están detenidos preventivamente y condenados con el “debido proceso” y respeto a sus derechos humanos, y se halla UNIDA como nunca, pese a las ovejas descarriadas que haciendo mal uso de su  libertad cometieron delitos, se convirtieron en delincuentes y ahora se encuentran en las cárceles, porque no les protege ninguna ley, menos la Ley 1768 del Código Penal, la Ley 1970 del Código de Procedimiento Penal, la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, la Declaración Universal de Derechos Humanos, y el Pacto de San José de Costa Rica, ni la Biblia que manejan.


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