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José E. Pradel B

Ciencia y salud pública, uno de los legados del IRD en Bolivia

Uno de los pilares de investigación del Institut de Recherche pour le Développement (IRD) en Bolivia es el tema de la salud, enfocado en enfermedades endémicas y emergentes, exposición a contaminantes.

Es este marco es necesario mencionar que las primeras investigaciones en dicho campo corresponden a estudios realizados entre 1987 a 1993 sobre la desnutrición infantil en Cochabamba, los mismos fueron enfocados por el ORSTOM (hoy IRD) junto al Centro de Rehabilitación Inmuno Nutricional (CRIN) de Cochabamba y universitarios de la UMSS.

Más adelante, investigadores franceses junto a bolivianos enfocaron nuevos temas de investigación, como la enfermedad de Chagas y la Leishmaniosis. En este sentido, el ORSTOM (hoy IRD) trabajó asociado con el Instituto Boliviano de Biología de Altura (IBBA), alcanzando resultados importantes como el de establecer el único foco silvestre de Triatoma infestans en Latinoamérica y la estructura de las poblaciones parasitarias. Dichos logros fueron publicados en el libro La enfermedad de Chagas en Bolivia. Conocimientos científicos al inicio del programa de control (1998-2002) (1999). Muchos años después, en 2017 se inició otro proyecto denominado CHAGLAG, estudio piloto de la enfermedad de Chagas en la región de Lagunillas, financiado por un periodo de cinco años por el Banco de Desarrollo de América Latina, TOTAL E&P e IRD. Esta investigación demostró que un control eficaz de la enfermedad de Chagas es posible.

En el caso de la leishmaniosis, de 1982 a 2005, un equipo boliviano-francés (IBBA e INLASA) e investigadores del IRD realizaron investigaciones en la zonas tropicales de los departamentos de La Paz (Yungas y Alto Beni), Beni, Cochabamba, Pando y Tarija. Como resultado desarrollaron un tratamiento alternativo basado en moléculas antileishmaniana de quinoleínas extraídas de Galipea longiflora, utilizada tradicionalmente por los tsimanés o chimanes, un pueblo originario de las tierras bajas. Muchos años después, en 2017, el IRD inició el programa VECTOBOL (Vectores de Bolivia), con el objetivo de mapear los vectores del país y gestionar una colección de referencia nacional.

Por otro lado, el ORSTOM (hoy IRD) en colaboración con el IBBA realizó un estudio químico y botánico significativo de las diferentes formas de Erytroxylum coca cultivada en nuestro país. Como resultado se publicó la obra Usos de la hoja de coca y salud pública (1997), editado por Mercedes Villena Cabrera y Michel Sauvain, que también aborda el aspecto fisiológico, es decir el estudio de los efectos del acullicu sobre la adaptación a la altura y sobre el esfuerzo físico.

Es necesario mencionar que entre 2007 y 2010 se desarrolló el proyecto interdisciplinario TOXBOL, que estudió los impactos de la contaminación de polimetálicos en el medioambiente y sobre la salud de los habitantes de la ciudad de Oruro. Actualmente, en la misma línea de investigación se desarrolla el proyecto Arsénico y Salud en el Altiplano, en alianza con el Instituto de Genética de la UMSA y el Instituto de Karolinska de Suecia, que “tiene por objetivo evaluar la exposición a arsénico, las interacciones gen-ambiente y efectos en la salud en poblaciones central de Bolivia”. (Institut de Recherche pour le Développement (2024): Red científica del IRD en Bolivia. Resultados 2023 y perspectivas 2024. La Paz, IRD).

Asimismo, el IRD apoya este año a una post doctor en la investigación denominada ‘Virus emergentes en los donantes de Sangre’.

Por otra parte, un segmento de los proyectos Adaptaciones a los cambios en la disponibilidad de recursos hídricos en la Cuenca transfronteriza Pilcomayo (2024-2026) y Lucha contra el uso de mercurio en Bolivia en las actividades de extracción de oro y de reducción de sus impactos comprenden la salud.

Sin duda, esta colaboración franco-boliviana ha permitido avances significativos en la prevención y control de enfermedades como el Chagas y la Leishmaniosis, así como en la evaluación de riesgos ambientales para la salud y promover una integración del conocimiento científico en beneficio de Bolivia.

Por: José E. Pradel B/


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