No cabe duda que los seis meses de genocidio, de limpieza étnica, de la peor crisis humanitaria, de hambruna que Israel continúa llevando adelante contra la Franja de Gaza.
Con un saldo —mientras se escriben estas líneas— de 33 mil palestinos muertos, donde más de la mitad son niños y mujeres, hacen que el Día Mundial de Al Quds de este año represente el movimiento mundial por la libertad del pueblo palestino, por su autodeterminación, su reconocimiento formal como Estado de Palestina en todas las instancias y por el clamor de la humanidad a un cese al fuego para que frene el asedio y la matanza, ante la impunidad del ente ocupacionista.
Pese a que el 25 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución en la que se demandaba un alto al fuego en la Franja de Gaza, Israel ha continuado sus bombardeos y los ha intensificado contra los campamentos de refugiados, desplazados que se encuentran en los hospitales, tiendas de campañas de periodistas, población civil que esperaba ayuda humanitaria.
El infierno que viven los niños, las mujeres, los ancianos, sin alimento, sin energía eléctrica, sin agua, bajo el sonido de los misiles y en escombros en estos 180 días de continua agresión, es una muestra de la actitud barbárica y salvaje del sionismo, movimiento supremacista judío que fue fundado por el periodista austrohúngaro Theodor Herzl, cuyo objetivo es llevar al exterminio a toda la población gazatíe.
La historia muestra que el ente ocupante israelí ha violado constantemente resoluciones de la ONU, la Corte Internacional de Justicia, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General, pisoteando el derecho internacional, las cuales señalan que Israel es un ocupante militar “…y que el cumplimiento o incumplimiento por “Israel” de sus obligaciones para con el territorio y sus habitantes se ha determinado con arreglo al criterio objetivo de las normas que protegen el derecho humanitario”. Y nuevamente desoyendo toda ley, ante los ojos y la hipocresía de la comunidad internacional, y los organismos internacionales, EEUU, los países europeos, el régimen israelí continúa con el exterminio de Palestina.
Ante la arrogancia de la élite sionista mundial, que lleva a cabo el holocausto colonial contra el pueblo nativo palestino por 76 años, el Día Mundial de Al Quds (Jerusalén), que es el 5 de abril de 2024, cobrará mayor relevancia para poder alzar las voces en contra de la ocupación israelí, que ya se apropió de más del 85% de la tierra palestina, por los crímenes de guerra en contra la población civil, especialmente los niños, por el asedio total, por el constante desplazamiento de los palestinos a consecuencia de los ataques aéreos y terrestres que lleva a cabo el décimo séptimo Ejército más poderoso del mundo como lo es el de Israel, ante el pueblo palestino, que no lo tiene.
El Día Mundial de Al Quds (Jerusalén) —un punto de inflexión en la defensa del pueblo de Palestina, ante la política de exterminio de Israel, ya que simboliza la confrontación de los pueblos oprimidos contra los arrogantes— es el día de la confrontación de los pueblos que han estado bajo la presión de la tiranía de los Estados Unidos y sus aliados, como lo señalaba el Imam Jomeini, fundador de la República Islámica de Irán, quien luego de la victoria de la Revolución Islámica designó, en 1979, el último viernes del mes de Ramadán como el Día Mundial de Al-Quds (en árabe Jerusalén) la eterna capital de Palestina, para expresar su apoyo y solidaridad con el pueblo palestino, frente a décadas de ocupación israelí.
Palestina no está sola, países del mundo entero siguen levantándose tanto de Europa, incluso de Estados Unidos, Asia, como de Oriente Medio; así como de Latinoamérica se pronuncian en favor al pueblo palestino, cayendo al abismo su política inhumana, de dolor, de desprecio contra el ser humano. Y el día de Al Quds simboliza esta lucha de resistencia del pueblo palestino hacia su liberación, ya que los movimientos de resistencia islámica no descansarán su lucha hacia la victoria por la liberación de Palestina, porque “nadie puede ser libre sin la libertad de Palestina”.