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Miguel Clares

Diálogo y unidad

El reciente encuentro entre el Gobierno nacional y el empresariado privado realizado el 14 y 16 de agosto ha sido una muestra tangible de que el diálogo y la unidad son las herramientas clave para afrontar los desafíos económicos que enfrenta Bolivia.

Este acercamiento, que ha derivado en la firma de 17 acuerdos, refuerza el compromiso de ambas partes en la búsqueda de soluciones conjuntas por el bienestar del país. La política de gobernar junto al pueblo, promovida por la administración de Luis Arce, ha permitido un intercambio fructífero que no solo refleja un compromiso con la estabilidad económica, sino también con la inclusión de todos los actores en la construcción de un mejor futuro.

Uno de los puntos centrales del acuerdo es la necesidad de desbloquear más de USD 1.000 millones en créditos estancados en la Asamblea Legislativa. Estos fondos son cruciales para la implementación de proyectos de desarrollo económico y social en diversas regiones del país. La aprobación de estos recursos permitirá inyectar liquidez en la economía y fortalecer sectores estratégicos que han sido afectados por la coyuntura actual. El Gobierno y el empresariado han reconocido la importancia de estos financiamientos externos, destacando que su aprobación es fundamental para garantizar la estabilidad y el crecimiento económico de Bolivia.

Además, se ha acordado gestionar nuevos financiamientos ante organismos internacionales, con el objetivo de robustecer las finanzas del país y asegurar que los compromisos adquiridos en materia de créditos y financiamientos sean cumplidos. Esta acción no solo busca atender la demanda de dólares a través del sistema financiero, sino también fortalecer la confianza en la política económica generando certidumbre tanto para los inversores locales como extranjeros.

La lucha contra el contrabando es otro de los compromisos asumidos por ambas partes, reconociendo que este flagelo afecta gravemente la economía nacional y a los productores nacionales. El Gobierno ha reiterado una vez más su firmeza en la aplicación de políticas que protejan la producción boliviana, mientras que el sector privado ha manifestado su disposición a colaborar en esta tarea, entendiendo que la protección de la economía interna es esencial para garantizar un desarrollo sostenido y equitativo.

El impulso a las exportaciones con valor agregado también ha sido un tema central en las conversaciones. Se ha acordado la creación de la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones, cuyo objetivo será fomentar inversiones estratégicas que permitan a Bolivia aumentar su presencia en los mercados internacionales. Además, se pondrá en marcha un programa de financiamiento a exportadores por Bs 2.500 millones, destinado a capital de operaciones sujeto a contratos de exportación, lo que permitirá a los empresarios bolivianos competir en mejores condiciones en el ámbito global.

En línea con la necesidad de diversificar la matriz energética, se promoverá la inversión en energías alternativas y amigables con el medioambiente. Esta iniciativa busca reducir la dependencia del gas natural en la generación de energía eléctrica, abriendo la puerta a la exportación de energía a países vecinos. El compromiso del sector privado y el Gobierno nacional en este ámbito es un paso hacia un futuro más sostenible, que no solo beneficiará a la economía, sino también al medioambiente.

La industrialización con sustitución de importaciones es otra de las metas fijadas, con el objetivo de fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de productos importados. El empresariado privado identificará sectores productivos potenciales a ser desarrollados, en colaboración con el Gobierno, para impulsar una industrialización que genere empleo y valor agregado en el país. Este enfoque, basado en la colaboración público-privada, es esencial para transformar la estructura productiva y hacerla más resiliente ante las fluctuaciones del mercado internacional.

En cuanto al sector hidrocarburos, se trabajará en un proyecto de ley que promueva la exploración y explotación por parte del sector privado, mejorando la ejecución de los recursos del Fondo de Promoción a la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera. Esta medida busca incentivar las inversiones en un sector clave para la economía boliviana, asegurando que los recursos naturales del país sean utilizados de manera eficiente y en beneficio de toda la población.

Se debe resaltar también la conformación de un gabinete de turismo, que trabajará de manera conjunta para impulsar el desarrollo del sector. Además, el compromiso de impulsar el programa Hecho en Bolivia, Consume lo Nuestro refleja una voluntad compartida de fortalecer la identidad y la producción nacional, fomentando el consumo interno y generando mayores fuentes de empleo en el país. Este conjunto de acuerdos, sumado a la voluntad de mantener reuniones permanentes, evidencia que el camino hacia la recuperación económica pasa por la unidad y la colaboración entre todos los actores de la sociedad.

El encuentro entre el Gobierno nacional y el empresariado privado es un claro ejemplo de que, cuando se dejan de lado las diferencias y se trabaja en conjunto, se pueden alcanzar soluciones que beneficien a todo el país. Estos acuerdos son un primer paso hacia la construcción de un futuro en el que la estabilidad y el bienestar de todos los bolivianos estarán por encima de cualquier agenda política.

La Paz/AEP/Miguel Clares


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