Cuando el pueblo boliviano ya era víctima de 14 días de bloqueo realizado por afines al expresidente Evo Morales Ayma, que estúpidamente exigen que se levanten los procesos que tiene por los delitos de ESTUPRO y TRATA Y TRÁFICO DE PERSONAS en Tarija y otras denuncias de público conocimiento, pidiendo además la renuncia del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia y la convocatoria anticipada a elecciones generales, dicho exmandatario primero denunció presunta persecución e “intento de aprehensión”, luego dijo que intentaron asesinarlo.
Y sus afines denunciaron un “intento de magnicidio” sin argumentar cómo ni para qué, y hasta hoy día no presentaron ninguna denuncia ni querella escrita ante las autoridades competentes ni ante organismos internacionales ofreciendo los vehículos disparados como pruebas, ¿POR QUÉ? Cuya pregunta sin respuesta y la falta de pruebas dio lugar a que el 99% de las bolivianas y los bolivianos que ya no cree en mentiras no ha dudado en calificar de autoatentado lo ocurrido y difundido el domingo 27/X/2024 desde las 06.30 am y siguientes horas, porque estaría mal editado y armado, solo el restante 1% —sus afines— insiste en hacer creer que se había cometido un “intento de magnicidio”. Hechos que merecen el análisis siguiente:
En primer lugar, cabe precisar que no se podía denunciar “intento de aprehensión”; porque el Art. 229 de la Ley 1970 al respecto dice: “… en caso de fragancia los particulares están facultados para practicar la aprehensión…”, a su vez el Art. 295. 5) de la misma ley referente a las facultades de los miembros de la Policía dice: “Aprehender a los presuntos autores y participes del delito”. En consecuencia, fue absurda tal denuncia de “intento de aprehensión”, porque por imperio de las disposiciones legales citadas la aprehensión hubiera sido legal.
En segundo lugar, el “intento de magnicidio” publicitado profusamente por sus afines, analizado sin apasionamientos de ninguna clase, no resiste el menor debate criminalístico ni jurídico porque: El lenguaje corporal del conductor y la supuesta víctima no guardan relación con un atentado real; los francotiradores que habrían disparado 14 veces sin dar en el blanco, no se puede creer; un proyectil calibre 762 o mayor hubiera fracturado el occipital o hecho estallar la cabeza del chofer, es increíble que apenas haya causado un rasguño; la protuberancia de los orificios de salida de los disparos prueban que el vehículo fue disparado desde dentro del vehículo y no por ráfaga sino tiro por tiro. El video publicitado sería un montaje compuesto por videos cortos, por eso carece de orden cronológico del supuesto magnicidio y no guarda relación con la realidad. Consiguientemente, se habría cometido el ilícito de “SIMULACIÓN DE DELITO” porque no quiere ser juzgado, burlándose del pueblo, de los aymaras, quechuas y tupiguaraníes que se dice representar; en consecuencia, el autoatentado referido sería parte de una estrategia para que el referido líder pueda salir del país acogiéndose a un asilo diplomático, con la finalidad de quedar impune por sus delitos cometidos; astuta estrategia, pero revela una calidad humana indecible, por lo que los tribunales internacionales podrían sancionarlo drásticamente.
Y, considerando que se anunciaron nuevas denuncias por los delitos de ESTUPRO y TRATA Y TRÁFICO DE PERSONAS contra Evo Morales Ayma, y teniendo presente que se han cometido los delitos de ALZAMIENTOS ARMADOS CONTRA LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA DEL ESTADO, TERRORISMO y ASESINATO de un policía, tipificados y sancionados en los Arts. 121, 133 y 252 del Código Penal, amenazando con levantamiento indígena-militar y policial, y pidiendo la renuncia de autoridades del Estado, durante el bloqueo político armado de 20 días, con más de 90 víctimas de lesiones gravísimas y graves entre policías y civiles, y un daño económico de $us 1.800 millones al Estado y pueblo en general, los autores intelectuales y materiales de esos delitos deben ser aprehendidos ya, peor si fueron declarados enemigos de la Patria y de la Policía.
Por todo ello, el líder político Evo Morales Ayma se suicidó políticamente, y no lo revivirá su huelga de hambre. En consecuencia, el pueblo que es inteligente, considerando que a nadie le interesaría matar ni hacer matar a un líder político suicidado, pide la aprehensión de él, sus cómplices y encubridores para que no sean impunes. Para editar un AUTOATENTADO POLÍTICO creíble y evitar tal suicidio y la comisión de los delitos referidos y otros, por lo menos debió leerse a Agatha Christie y Sherlock Holmes; lo cual demuestra una inteligencia muy baja.
En conclusión, los fiscales, considerando que existen suficientes elementos de convicción, indicios, pruebas, peligro de obstaculización para la averiguación de la verdad de los hechos y peligro de fuga; deben librar mandamientos de aprehensión contra los responsables de los delitos referidos; porque “en los delitos se mira antes la voluntad que el resultado”. Caso contrario, la sociedad no tendría quien le defienda.
La Paz/AEP