Recientemente se conmemoraron los 95 años del médico, político, guerrillero argentino-cubano Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como el Che, ícono revolucionario, la cara más visible de la lucha antiimperialista, modelo para los jóvenes en contra de la guerra de Vietnam, en la oposición ante el apartheid y colonialismo del régimen israelí hacia los palestinos, en la lucha del Eje de la Resistencia —Siria, Irak, Irán, Yemen, Afganistán—, ejemplo para los negros sudafricanos, para el zapatismo mexicano, los estudiantes chilenos, la injerencia peruana, colombiana, los indígenas bolivianos, los piqueteros argentinos.
Un símbolo y referente no solo para América Latina, sino también para el mundo, pues la figura militante del Che Guevara vive en la resistencia de los pueblos frente a las injerencias del imperialismo, el sionismo y sus huestes.
Nacido el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, su vocación social y revolucionaria lo llevó a vivir la experiencia del proceso progresista abortado en Guatemala (1954 y 1955), en el derrocamiento del gobierno democrático de Jacobo Arbenz, y después a liderar junto a Fidel Castro la Revolución Cubana (1953-1959) , quien despertó la lucha a favor de los oprimidos del mundo, convirtiéndose en un guerrillero internacionalista, en su acercamiento al marxismo de acuerdo con Jon Lee Anderson en su texto Che Guevara: una vida revolucionaria (1997).
La experiencia de su viaje al Congo durante 1965, organizando y apoyando en forma clandestina a la guerrilla congolesa, opuesta al gobierno del dictador Moise Tshombe, quien había asesinado en confabulación con la CIA al dirigente Patricio Lumumba, primer presidente del Congo después de la descolonización, lo llevó a escribir un libro: Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo, en el que narra el fracaso de esta lucha; pues no logró superar el enfrentamiento cultural entre congoleños y cubanos, sin embargo, dio pie a que no se quede como ministro de industrias en Cuba, lo que lo llevó a partir en misión para expandir su sabiduría a otros frentes de los pueblos de la Patria Grande, ya que la odisea a Bolivia ya había sido anunciada, donde encontraría la muerte en 1967, combatiendo y siendo asesinado por las logias “yanquis”.
Este proceso de vocación revolucionaria en contra de la injusticia lo llevó a visitar la Franja de Gaza, en Palestina, el 18 de junio de 1959, que transformó la colonización sionista de Palestina de conflicto regional a lucha mundial contra el colonialismo y la limpieza étnica, la cual se lleva desde 1948. La visita del Che a Gaza fue trascendental, pues fue la primera vez que un revolucionario veía toda la devastación causada por el régimen sionista de Israel, y fue un aliento para los refugiados palestinos, para que continúen su lucha y resistencia a la ocupación.
Guevara se convirtió en el ícono de la resistencia Palestina y la lucha por la libertad que hasta hoy continúa viva. Países como Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros de América Latina y Asia con esta visita se solidarizaron con este pueblo; recordemos que el expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, etiquetó a Israel como “Estado Terrorista” y restringió la entrada a israelíes, al mismo tiempo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó enérgicamente las acciones del Estado israelí contra el heroico pueblo de Palestina.
También Irán, ya que el fundador de la República Islámica, el Imam Jomeini, quien tras la victoria de la revolución designó, en 1979, el último viernes del mes de Ramadán como el Día Mundial de Al-Quds (en árabe Jerusalén) la eterna capital de Palestina, para expresar su apoyo y solidaridad con el pueblo palestino; desde ahí esta campaña fue llevada al mundo como filosofía de resistencia, cuya obra de vida fue inscrita el 18 de junio de 2013 en la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), convertido en fuente de inspiración para niños, adolescentes y generaciones futuras, como un paradigma atemporal de los ideales de libertad y de justicia.