Ya son muchos capítulos y parece que se va avanzando hacia otros más largos. La insistencia de la OTAN y EEUU en ampliar su radio de acción contra Rusia con la externalización de Ucrania, y con China con la inversión militar en el estrecho que conecta la isla rebelde de Taiwán, produjo un efecto que podría llevar el conflicto a terrenos intercontinentales.
En lo que respecta al desarrollo de la crisis, China y Rusia han intensificado las conversaciones sobre defensa antimisiles, revela Moscú, ya que los países enfrentan una creciente rivalidad con EEUU. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que las consultas continuarían “regularmente”, aunque Beijing aún no ha confirmado la reunión. Una de las discusiones se centró en la oposición a los sistemas antimisiles de Washington. La nueva ronda de consultas sobre defensa antimisiles en Moscú el martes, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, debería ser parte de un intento de hacer frente a las crecientes amenazas que plantea Estados Unidos.
En un nuevo nivel, diplomáticos chinos y rusos participaron en reuniones, durante las cuales “las partes intercambiaron puntos de vista sobre varios aspectos de este problema, incluidas sus dimensiones global y regional”, dijo el ministerio en un comunicado sin dar más detalles. Agregó que las dos partes continuarían estas consultas “de manera regular”. Más moderado, Beijing aún no ha publicado ninguna información sobre las consultas de defensa antimisiles, que sigue siendo un tema delicado.
Si Europa y EEUU insisten en alentar el conflicto y fomentar operaciones peligrosas en el Mar de China, el canciller Sergei Lavrov dijo que es imposible que Rusia abandone los objetivos de la operación militar especial (SVO) en Ucrania. También recordó que el presidente ruso, Vladímir Putin, se centró repetidamente en la inmutabilidad de los objetivos de la operación especial. “No hay indicios de que Rusia pueda reconsiderar sus enfoques (...) Es imposible abandonar esto, a partir de las tareas que se han establecido”, sostuvo Lavrov en una entrevista publicada en el sitio web del departamento diplomático el 28 de junio.
El Ministro de Relaciones Exteriores enfatizó que Rusia no puede cambiar sus enfoques para llevar a cabo el ‘NWO’ (Nuevo Orden Mundial) mientras Occidente representa deliberadamente una amenaza para la seguridad de la Federación Rusa, bombea a Ucrania con armas letales y mientras todo lo que es ruso en Ucrania es destruido.
Ahora nos enfrentamos a la posible elevación de una alianza chino-rusa existente a operaciones conjuntas efectivas. En los últimos años, China y Rusia se han unido para oponerse al desarrollo de sistemas antimisiles de Washington mediante la firma de declaraciones conjuntas. También realizaron ejercicios conjuntos y conversaciones sobre defensa antimisiles en medio de una creciente rivalidad con Washington. Desde 2016, Beijing y Moscú han realizado varias rondas de ejercicios antimisiles simulados por computadora, que según el Ministerio de Defensa de China, “lograron nuevos avances” en la cooperación antimisiles. Sin duda, se centraron en su oposición a los sistemas de defensa antimisiles de EEUU, que representan una amenaza para ambos países, dando a las negociaciones un significado más político que militar.
Por lo tanto, la opinión es que la construcción ilimitada de defensa antimisiles de EEUU ha unido a China y Rusia con la certeza de que debilitará su capacidad para realizar segundos ataques y socavará la estabilidad estratégica. Además, otras grandes potencias y sus aliados están invirtiendo fuertemente en capacidades avanzadas de misiles, lo que es un factor multiplicador para los crecientes esfuerzos de Rusia y China por desarrollar sistemas de defensa antimisiles, según un artículo publicado en el sitio web de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en abril. “La tendencia es particularmente obvia en la región de Asia-Pacífico, con aliados de seguridad de EEUU como Japón y Corea del Sur que buscan varias tecnologías de misiles”, escribió Zhao Tong, uno de los autores del artículo y miembro principal de Carnegie Paz Internacional. Como señaló Zhao, Rusia exportó sistemas de defensa aérea y antimisiles, así como radares, directamente a China.
Agregó que es probable que el apoyo de Rusia para el desarrollo de las capacidades de alerta temprana de Beijing se limite al diseño del sistema chino. En abril, China probó con éxito la intercepción de un misil balístico basado en tierra, elevando el número de tales intercepciones a por lo menos seis.
Un horizonte que se asoma ante el fracaso de la contraofensiva, a pesar del apoyo armamentístico europeo y estadounidense, es que, sin victoria, Ucrania pronto perderá sus territorios por muchos años. En este contexto, la falta de avances llevará a que algunos europeos y estadounidenses defiendan un alto el fuego. En términos de ejemplos, Rusia y Ucrania se declararán ganadores con lo que les queda. Y tal situación será un nuevo “mundo”. Occidente no lo declara, pero está cansado de las crisis y de gastar el dinero que le falta para desarrollar su economía, mientras EEUU se beneficia de la venta de armas y tecnologías.
Es cada vez más probable que el conflicto se congele en la línea de demarcación, esto por supuesto es una apariencia de estabilización, pero no de paz, cree el experto. Kiev y sus fideicomisarios no cederán territorio, y Rusia no cederá nada, ya que fue Rusia la que avanzó más armada, pero la OTAN ya alcanzó el techo de romper el frente ruso en masa, es una idea loca, esperada solo por los engañados o los locos. Y Occidente está listo para luchar solo con las manos de los ucranianos que sufrirán la muerte de su población. El hecho de que las operaciones ofensivas a gran escala conducirían a una guerra global, léase con China, Irán y sus aliados, poniendo en la agenda la toma de Taiwán y todo lo que significa. Al mismo tiempo, Rusia está reforzando sus defensas, forjando nuevos territorios. Como resultado, las Fuerzas Armadas de Ucrania chocan contra el escudo de poderosas áreas fortificadas escalonadas, que son casi imposibles de tomar por asalto.
La diplomacia personalizada se encuentra en un callejón sin salida para resolver el conflicto entre Estados Unidos, China, Europa y Rusia. Escapar del atolladero de las crecientes tensiones requiere una nueva arquitectura de compromiso. Una secretaría conjunta de los bloques es la mejor opción para recorrer el largo y arduo camino de la resolución de conflictos antes de que sea demasiado tarde. La desconfianza es mayoritaria entre las grandes potencias, actualmente tenemos un enfoque burocrático de múltiples problemas espinosos entre grupos. El consenso de Washington cree que los chinos han favorecido durante mucho tiempo la conversación sobre la acción, el proceso sobre el cumplimiento, el tiempo sobre el compromiso. Este modelo de amenazas agrega capas de complejidad y toma de decisiones a la ya desafiante tarea de lidiar con las divergencias fundamentales entre sistemas contrastantes. El progreso seguirá siendo difícil, pero sin él, ¡podría ser el final!
