El G7 es la asociación de los siete países más industrializados del planeta, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, pero no solo son los países más industrializados, sino también son las principales potencias militares.
Este grupo de países promueve principalmente la economía de mercado, vale decir el neoliberalismo y “la democracia” según sus intereses.
Los Brics son la asociación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, Estados que buscan ampliar la cooperación económica multilateral e incrementar el comercio entre sus miembros y el resto del mundo; para que, de esta manera, se pueda competir y hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales (incluido el G7) y lograr un mundo multipolar.
El G7, que según varios líderes y autoridades son los países que dominan la economía y el poder militar, utiliza las finanzas públicas como arma, para someter a los Gobiernos que no comulgan con sus intereses. Ahí tenemos a Venezuela, donde, de acuerdo con el análisis de Estados Unidos y sus aliados, no existe democracia; hasta ahora no sé quién les dio la facultad mundial de decidir qué elección es democrática o no democrática, cuándo es justa o cuando es injusta. De estos criterios surgen “las sanciones”, como ejemplo tenemos Venezuela, país que no puede disponer de los dólares producto de la venta de petróleo o de su oro físico, debido a que el sistema financiero internacional bloqueó toda posibilidad de disponer de estos recursos generando inflación y crisis económica. Cabe mencionar que no es el único país sancionado por este bloque.
En los Brics se tiene más pluralidad en cuanto a ideologías, se tiene a socialistas ortodoxos (para muchos comunistas), como es el Gobierno de China; socialistas del siglo XXI, como es Brasil; un gobierno de centroderecha, como es Putin de Rusia, y de India con inclinación a lo religioso; además se invitó a participar a la Argentina, con un gobierno de extrema derecha. Como se puede apreciar, las sanciones y/o calificativos respecto a las políticas internas de los países quedan en un segundo plano. La prioridad de este grupo es el comercio y cooperación para un desarrollo más equitativo con la premisa de un mundo multipolar.
En Sudamérica tenemos al Mercosur, que tiene principios donde se prioriza el comercio y cooperación de los países miembros. Esta asociación tiene negociaciones con países del G7, sin embargo, también ve como potencialidad de ampliar su comercio el asociarse con los Brics. Lamentablemente, aquí tenemos que censurar la posición de la ideología libertaria (Milei) de anteponer sus intereses políticos a lo económico, no otra cosa significa la no asistencia a la última reunión de los países del Mercosur.
El principio de no mezclar lo económico con lo político es fundamental, para que los países desarrollen sus potencialidades de comercio. En este sentido, países como el nuestro deberían buscar bloques económicos como los Brics, para asociarse o ser parte integrante de sus acciones. Una adhesión a los Brics se expresaría en que los productores bolivianos tendrían más de 2.000 millones de habitantes como potenciales consumidores de su producción.
Por: Miguel Marañón/