Camacho pasó al olvido. La gobernación del departamento de Santa Cruz está acéfala desde diciembre de 2022, se administra por sí sola tan solo en lo mínimo, generando un retraso en el desarrollo departamental a causa de la mezquindad fanática de los camachistas.
Por otra parte, el feudo cívico que lo abrigó durante años ya no se acuerda más de él salvo para comentar en alguna ocasión que debe prestársele supervisión médica. Podría suceder que la disimulada huelga de hambre de Camacho en Chonchocoro se esté convirtiendo en el único camino posible para que vuelva a conocerse alguna noticia sobre el gobernador cruceño. Ojalá le recuerden que para tragedias sobran las griegas.
La consecuencia natural de las acciones nos ha convocado al anuncio desde Santa Cruz de la creación de una nueva plataforma de oposición al partido gobernante, esta vez encabezada por Vicente Cuéllar, otrora aliado de Camacho, que surgió en la palestra política en los días de bloqueo de la ciudad de Santa Cruz por el censo. El actual Rector de la UAGRM intenta desplazar de la titularidad opositora cruceñista al preso de Chonchocoro.
Sin embargo, hacer política en la universidad pública es muy distinto a intentar hacerlo para el país, la política universitaria —proselitista por naturaleza— suele soportar que la conformación de los bloques cuente con personalidades con un palmarés lleno de derrotas y fracasos políticos. Vicente Cuéllar sumó dentro del nuevo bloque opositor personajes tildados de filipillos, racistas, vendidos o fracasados y no solo del oriente, ha escarbado y encontrado entre escombros del occidente más cadáveres que políticos. El rector de la UAGRM ha firmado lazos con Rómulo Calvo, expresidente cívico procesado por su incontrolable racismo hacia occidente; también lo hizo con Manuel Morales, del Conade, agrupación cívico-política paceña que se monta en demandas imposibles; con Rafael Quispe, un excéntrico político indígena abandonado por su aliado y actual burgomaestre paceño Iván Arias, con quien no mantiene mayores resentimientos, seguramente a cambio de que la autoridad edil mire a otro lado cuando se trate de fiscalizar los negocios de Quispe. Asimismo, se anotó en el nuevo bloque el excandidato presidencial Chi Hyun Chung, que alborotó las elecciones de 2019 con una visión ultraconservadora, machista, religiosa y liberal. De igual forma, se sumó al diputado Gutiérrez, de Creemos, que fue considerado por su misma agrupación ciudadana como traidor a Camacho.
La oposición va de tumbo en tumbo intentando seleccionar actores que le permitan formar una imagen distinta y hasta ilusamente renovada, sin ofrecerle otra opción posible de país a los bolivianos, por lo que se puede prever que sus pretensiones centran su atención solo en administrar —en el peor sentido posible— los buenos números que va mostrando nuestro gobierno.