Aunque todavía no se proyecte plenamente en la vida cotidiana de los trabajadores y especialmente en la masa de la población llevada a la inanición en las calles de Brasil por el gobierno de Bolsonaro, la economía ha traído buenas noticias. Considerado un avance del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil, el Índice de Actividad Económica del Banco Central aumentó un 3,32% en febrero de 2023, luego de una caída del 0,09% en enero, según información difundida este viernes (28) por el propio BC.
Frente a febrero de 2022, el indicador aumentó el 2,76%. En el acumulado de 12 meses, el IBC-Br subió el 3,08%. En el año, sumando enero y febrero, el aumento acumulado fue del 2,87%. Mientras tanto, lo inesperado está llamando a nuestra puerta, cuando el Índice IBC-Br, considerado una especie de “anticipo del PIB”, nos sorprendió en febrero. Hubo aumento del 3,32% sobre enero, según BC, en la comparación con el ajuste estacional.
Los números estuvieron muy por encima de las expectativas. La mediana de las proyecciones recogidas por el servicio ValorData, por ejemplo, era del 1,2%, con apuestas que iban del -0,15% al 2%. Optimista, el sector de análisis de Bradesco apostó por el 2,6%. La explicación de las tasas de interés ‘altas’ con un desempeño positivo puede provenir del enfoque de los economistas de Bradesco, que explican que un tipo de cambio más bajo que el previsto anteriormente puede compensar el efecto de la actividad económica sobre la inflación. “Además de la reducción del tipo de cambio estimada, el escenario más favorable para los commodities agrícolas nos llevó a proyectar una desaceleración más intensa en la inflación de alimentos”. La entidad financiera trabaja con inflación medida por el IPCA de 6,2% en 2023 y 4% en 2024, mientras que en el mercado para estos índices son de 6,04 y 4,18%, respectivamente.
Resultado positivo lleva el Índice de Actividad Económica a 147,49 puntos, el nivel más alto de los últimos nueve años, dice BC. En cuanto a la medición de la secuencia estacional, el nivel de actividad medido por el Banco Central en febrero fue el más alto desde marzo de 2014. Es importante recordar que el indicador tiende a sufrir revisiones en los siguientes meses. Y, aunque se considera un anticipo del PIB, utiliza su metodología y es menos integral.
El resultado positivo llega incluso frente a numerosas críticas del presidente Lula da Silva del Banco Central. Exige una reducción de la tasa Selic, actualmente en 13,75% anual, para estimular el desempeño de la economía. Los discursos toman en cuenta que mayores tasas de interés encarecen el crédito, desalientan el consumo de la población y abren opciones de inversión para familias y empresas. Según análisis de BC, el índice de actividad varió 2,76% respecto a febrero de 2022; 2,87% en los primeros dos meses, en comparación con el mismo período del año pasado; y 3,08% en el acumulado de 12 meses.
La economía, que muestra signos de recalentamiento, aparece en paralelo con la deuda bruta del país en un nivel inerte en marzo como proporción del PIB, incluso con déficit en las cuentas del sector público en el mes, mostraron este viernes datos del Banco Central, que también apuntó a un aumento en el gasto público en intereses en 12 meses. En ese contexto, los intereses del sector público alcanzaron BRL 65,3 mil millones en marzo y pasaron a representar el 6,85% del PIB —BRL 693,6 mil millones— en 12 meses, frente al 4,46% en igual periodo del año pasado. Esto marca el porcentaje más alto del PIB registrado en la serie del banco central desde junio de 2017.
Otro dato se refiere a la generación de posibilidades laborales, según el Ministerio del Trabajo, en el mes de marzo el país generó poco más de 195.000 empleos con contrato laboral, el doble de la mediana de las expectativas. La PNAD del IBGE, que calcula el desempeño de todos los tipos de ocupación, incluso las informales, advierte en otra dirección, ya que mostró una caída en el número total de ocupados y un aumento del desempleo, a pesar de las posibles vacantes generadas.
Por lo tanto, actividad positiva que sugiere un consumo aún alto a principios de año, con el sector laboral acalorado, con el consiguiente apoyo de la masa de ganancias que lleva a un número confiado en las ventas minoristas y servicios, mientras que el PIB agrícola debería ser más fuerte de lo previsto, mostrando una victoria de Lula, incluso boicoteada, con altas tasas de interés por parte del presidente Roberto Campos del Banco Central designado por Bolsonaro y aún cumpliendo su mandato.