Revisando los actos gubernamentales de nuestra Patria Bolivia, resultan estar plagados de hechos antipatrióticos, de corrupción y delictivos —salvando excepciones—, relacionados con la definición de “Incapaz: que no tiene capacidad o aptitud para algo…” que nos da el Diccionario de la Lengua Española (RAE), se ve claramente que tuvimos GOBERNANTES INCAPACES con aires de intelectuales, demócratas y salvadores de la Patria —para engañar al pueblo—, porque no demostraron capacidad para solucionar los problemas del país ni para satisfacer las necesidades del pueblo boliviano; en otras palabras, puede decirse que fueron GOBERNANTES INÚTILES si tenemos presente la definición de: “Útil: que trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés.
Que puede servir y aprovechar en alguna línea”, conforme la RAE.
Lastimosamente a esa conclusión se llega analizando los actos gubernamentales de los exgobernantes Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga Ramírez y Jeanine Añez, por sus promesas incumplidas plagadas de mentiras difundidas día y noche por los medios de comunicación a su alcance; mejor dicho, fueron falsos profetas de la democracia y de la libertad por intereses personales y de grupo.
Saber que Jaime Paz Zamora conspiró contra la UDP por intereses personales, firmó con ADN —su verdugo— el “Acuerdo Patriótico” para ser elegido presidente, estaba involucrado en el “Tráfico de armas con Argentina”, vinculado en los “Narcovínculos”, que le costó su visa a EEUU —entre otros—, y después del golpe de Estado de 2019 reconoció la legitimidad de Jeanine Añez negando dicho golpe de Estado; muestra indubitablemente que fueron viles mentiras sus ideas socialistas, antiimperialistas, revolucionarias, y prueban su incapacidad para gobernar, porque después de ello no hay nada útil hecho para la Patria.
Jorge Quiroga Ramírez, el 31 de mayo de 2006, pidió a EEUU públicamente “estrangular económicamente a Bolivia”, gobernando privatizó las refinerías de petróleo “Gualberto Villarroel” y “Guillermo Elder Bell” —entre otras privatizaciones—, causando daño económico cuantioso al Estado, si a ello añadimos que en octubre de 2019 instigaba al golpe de Estado gritando públicamente: “Derrocar al Presidente y nombrar otro en su lugar” y otros actos golpistas; no hay duda de su incapacidad e inutilidad para gobernar nuestra Patria.
El 12 de noviembre de 2019 consumando el golpe de Estado y autoproclamándose presidente de Bolivia, Jeanine Añez gritaba triunfalmente desde los balcones del Palacio Quemado: “Sí se pudo, sí se pudo”, conforme prueban los medios de comunicación nacionales e internacionales, pero su gobierno no dejó nada útil para Bolivia; al contrario, dejó masacrados, 38 asesinatos, centenas de lesionados e inválidos, miles de detenidos ilegalmente, demostrados por el informe del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI-BOLIVIA) y otros, y dejó saqueadas las arcas del Estado; por lo que fue sentenciada a 10 años de privación de libertad en el caso GOLPE DE ESTADO II y le espera otra sentencia —por las prueba en su contra— en el caso GOLPE DE ESTADO I; actos de gobierno que prueban que dicha gobernante fue también incapaz e inútil.
El hecho de que Carlos D. Mesa pedía limosna para pagar a los empleados públicos, gritaba públicamente en pleno golpe de Estado de 2019: “Fraude monumental” sin pruebas de ninguna clase —para hacer creer maliciosamente que en las elecciones de octubre de 2019 se habría cometido fraude electoral—, “Estoy llamando a la movilización”, “O voy preso, o voy a la presidencia”, y decir —mintiendo cínica y alegremente— que en octubre de 2019 hubo un “Autogolpe” —sin respaldo legal—, hace ver que tal gobernante fue incapaz para gobernar Bolivia.
Esos actos —y otros— de esos gobernantes oportunistas —intelectuales— que nunca ganaron una elección general, prueban que actuaron inspirados en la mentira y fueron incapaces e inútiles gobernando Bolivia, realidad que los poetas dirían ¿Tanta inutilidad en tanta inteligencia?; sin embargo de ello, creyendo en la resurrección predicada por los curas, quieren volver a gobernar aliándose con todo aquel que les sea útil en Bolivia y el extranjero, para quedar impunes por los delitos que cometieron; al respecto conviene leer el libro “JOTAS DEL PODER (Jolgorio, Juerga, Joder)”, de Tomás Molina Céspedes, que publica verdades y hechos de corrupción.
