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Armando Aquino Huerta

Falta de cultura política

Las declaraciones y los discursos demagógicos hechos cotidianamente por tales líderes, llenas de palabrotas, mentiras, adjetivos calificativos, especulaciones y disparates irreproducibles —descifrando sus palabras, frases y oraciones—, constituyen delitos de difamación, calumnia e injuria, tipificados en los Arts. 282, 283 y 287 del Código Penal.

Por la actividad política realizada por los políticos y politiqueros considerados líderes opositores al gobierno constitucional y legítimo de Luis Arce Catacora, mediante actos públicos en asuntos del Estado, expresados en marchas, paros, cabildos y bloqueos que culminaron en fracasos rotundos publicados por los medios de comunicación nacionales y extranjeros, como el hecho de que en el cabildo nacional ilegal realizado en Santa Cruz el 25/I/2023 atribuyéndose los derechos del pueblo ilegalmente, aprobaron las estupideces de la creación de “La guardia de seguridad departamental, designar defensor del pueblo departamental, referéndum para reformar la justicia, preselección por la brigada departamental de Santa Cruz para magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Constitucional Plurinacional, Tribunal Agroambiental y Consejeros del Consejo de la Magistratura” —entre otras—, y sus gritos publicitados: “Queremos que nos dejen ser y nos dejen hacer”, “Hay que recuperar la democracia”, “Nuestra libertad no se la debemos ni a Bolívar ni Sucre, Santa Cruz ya era territorio libre en 1825 cuando proclamó su independencia el 14 de febrero de ese año”, y “Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista”; inclusive pidiendo la renuncia del Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y el acortamiento de su mandato mediante la marcha de la anterior semana. Se puede ver sin temor a equivocarse que tales políticos tienen FALTA DE CULTURA POLÍTICA, porque cultura es el “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”, conforme nos enseña la Real Academia Española.

Las declaraciones y los discursos demagógicos hechos cotidianamente por tales líderes, llenas de palabrotas, mentiras, adjetivos calificativos, especulaciones y disparates irreproducibles —descifrando sus palabras, frases y oraciones—, constituyen delitos de difamación, calumnia e injuria, tipificados en los Arts. 282, 283 y 287 del Código Penal —y otros delitos—, porque hablando sin pensar realizan actuaciones políticas obedeciendo a sus impulsos hormonales, llegando al extremo de cometer delitos el pueblo y después al mismo pueblo —cínicamente— le piden su apoyo, presintiendo que pueden ser perseguidos por la ley y la justicia como muchos políticos y politiqueros que ya están detenidos en las cárceles de Bolivia. Ignorando las frases de Nicolás Maquiavelo (Nicolas Bernardo de Maquiavelo): “Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse” y “De vez en cuando las palabras deben servir para ocultar los hechos”. Al respecto conviene leer La gramática generativa, de Noam Chomsky.

La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia en ninguna de sus partes respalda esa actividad política delictiva, que parece ser el fruto de no haber leído bien la Constitución Política del Estado, obras de Derecho Político, Ciencia Política, Doctrina Política, Sociología Política, los libros de Fausto Reinaga (José Félix Reinaga Chavarría) sobre LA REVOLUCIÓN INDIA, EL INDIANISMO, PENSAMIENTO Y LIBERACIÓN INDIA, LA INTELLIGENSTSIA DEL CHOLAJE BOLIVIANO, entre otros, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) y el Contrato Social de Jean-Jaques Rousseau; cuya lectura y conocimiento debía ser obligatoria para los políticos, para evitar que cometan delitos. ¿Alguien diría saben de política por ósmosis?
Esa falta de cultura política parece ser la razón por la que hasta el presente no elaboraron un proyecto o programa de gobierno o una propuesta electoral, y continúan con sus actuaciones políticas anarquistas para dar un golpe de Estado hablando de democracia sin respetar al 55,11% del electorado que eligió al Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia —de qué democracia hablan—. Tal ignorancia empeora, viendo que tales políticos, piden y exigen la renuncia y cambio de ministros de Estado sin ampararse en ninguna ley, ignorando el Art. 172. 22) de CPE, que establece claramente que es atribución del Presidente del Estado designar a las ministras y a los ministros de Estado; supina ignorancia que hace que sus pedidos y exigencias queden en nada y solo sirvan para demostrar tal falta de cultura; situación que podía evitarse leyendo, pero como no leen, quizás no sepan nunca lo que piden y exigen, ni cuánto les perjudica esa manera de hacer política; el más sabio de ellos habla de algún plan maquiavélico sin haber leído siquiera El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, como la demuestra una simple lectura de labios de tales políticos cotejados con la definición y concepto de lo que es la política.

Por ello, esa falta de cultura es preocupante, porque la ignorancia siendo atrevida puede seguir originando golpes de Estado mediante marchas, cabildos y bloqueos; pero fracasaran, aunque quemen los libros de Fausto Reinaga, porque los “indios” e “indias” ya no creen las mentiras de los opositores y fascistas.

Escrito por Armando Aquino Huerta.


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