La industrialización emprendida por el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, cumpliendo con la política social patriótica en beneficio de las bolivianas y bolivianos, avanza a paso firme; pese a los incrédulos, descontentos y anarquistas de la oposición, que, en su afán de criticar y dañar la imagen del actual Gobierno, llegan al extremo de no creer lo que sus ojos ven, increíble e hipócritamente.
Dicha industrialización al presente cuenta con la puesta en marcha de más de 148 plantas industriales de diferentes productos y en varios rubros en los departamentos de Bolivia, entre ellos se puede mencionar a la industrialización de cítricos, cereales, maíz, frutas, tubérculos, carne, leche, la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), Envases de Vidrio de Bolivia (Envibol), Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), y la construcción de la empresa estatal Laboratorio Industrial Farmacéutica Boliviana (LIFAB), y otras que se vienen construyendo y están planificadas para satisfacer las necesidades nacionales y con miras a la exportación, de manera que se sustituirán las importaciones de varios productos, conforme precisó el presidente constitucional de las bolivianas y bolivianos, Luis Arce Catacora, al informar en oportunidad de los tres años de su gestión gubernamental, y en la inauguración de la primera Planta Industrial de Carbonato de Litio, ubicada en Llipi, municipio de Colcha K, en Potosí; demostrando que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo es beneficioso para el desarrollo del Estado Plurinacional de Bolivia.
La industrialización de lo que produce y tiene nuestra Patria, con miras a la sustitución de importaciones, es una clara muestra de pensar en el BIEN COMÚN del pueblo boliviano; porque de esa manera se favorece a los deseos de progreso y bienestar del pueblo trabajador que produce diversos productos agrícolas de buena calidad, que comercializan en los mercados de las ciudades, pueblos y comunidades a lo largo y ancho de la Patria, beneficiando tanto a productores como a consumidores; realidad no vista durante los anteriores gobiernos neoliberales que saquearon al país.
La industrialización de los productos y riquezas que tenemos nadie la podrá frenar, ni siquiera los enemigos de la Patria; porque tiene el respaldo de las organizaciones sociales, que son parte importante del Gobierno actual, y lo seguirán siendo durante décadas, ganando en las elecciones generales que se convoquen; y es que el pueblo, compuesto por aymaras, quechuas y tupi guaraníes, está en el Gobierno con sus representantes originarios, conforme se ve en los Órganos del Estado, instituciones públicas, gobernaciones departamentales, gobiernos municipales y comunidades.
Cuya industrialización beneficia y fortalece directamente la reconstrucción de la economía nacional; consiguientemente, la política del Vivir Bien paulatinamente se hace realidad en el pueblo; dicho en otras palabras, industrializar es trabajar por Bolivia y es la mejor manera de HACER PATRIA, pensando en el futuro y en los hijos de nuestros hijos.
Para concluir, no se puede dudar de que la industrialización en Bolivia avanza a paso firme; cuyo desarrollo que beneficia a los bolivianos, también beneficia a los golpistas y políticos de la derecha fascista, que critican por criticar, por intereses personales y de grupo. Así pues, el Bicentenario de nuestra Patria lo festejaremos en grande recibiendo los beneficios que da la industrialización.
