La masacre de Porvenir —también llamada masacre de Pando— sucedió el 11 de septiembre de 2008, en el departamento de Pando, en las cercanías de la ciudad de Cobija, entre las provincias Nicolás Suárez, en su municipio Porvenir; provincia Manuripi, en sus municipios Filadelfia y Puerto Rico; y la provincia Federico Román, en su municipio Nueva Esperanza. Este hecho sucedió durante el primer mandato del gobierno de Evo Morales. El resultado fueron 15 muertos y 40 heridos.
Campesinos que marchaban a la Asamblea convocada por la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos fueron emboscados en la localidad de Tres Barracas (comunidad de 51 habitantes, al este de Nueva Esperanza), sobre la ruta a Puerto Rico, a tres kilómetros de Porvenir. Por este hecho sangriento fue juzgado y sentenciado Leopoldo Fernández —exprefecto de Pando— a 15 años de prisión, el 11 de marzo de 2017. Durante el gobierno de facto de Jeanine Añez se benefició con una orden de libertad el 9 de diciembre de 2019.
Contexto de la masacre. Asamblea Constituyente: República vs. Estado Plurinacional.
El contexto en el que sucedió la masacre de Porvenir fue el de la Asamblea Constituyente, el cambio de República a Estado Plurinacional costó muchas vidas, se dieron bastantes enfrentamientos; fue el tiempo del Movimiento Autonómico, liderado por los comités cívicos y las prefecturas, cuando conformaron la “media luna”. En su mayoría antiguos dirigentes que gobernaron el país en décadas pasadas —durante la República— fueron quienes en su calidad de cívicos y prefectos opositores al Movimiento Al Socialismo (MAS) orientaron la toma de instituciones y otras actividades contradichas al orden establecido.
Recordemos que la Asamblea Constituyente empezó a sesionar el 6 de agosto de 2006 y nuestra Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional fue promulgada el 7 de febrero de 2009.
Desemboque del conflicto
Los partidos políticos conservadores no aceptaron la amplia mayoría masista en la Asamblea Constituyente, votada mediante elecciones nacionales el 2 de julio de 2006; cuyo resultado fue: 137 asambleístas para el MAS, y 118 asambleístas para 15 partidos políticos y agrupaciones ciudadanas, sumando un total de 255 asambleístas.
Entre 2006 y 2008 nuestro país estuvo convulsionado. Eran tiempos del denominado “empate catastrófico”, cuando existían dos proyectos de país en pugna: el que propugnaba el gobierno de Evo Morales y el MAS; y el de la “media luna” que bajo las banderas autonomistas lideró Santa Cruz. A este proyecto cruceño se adscribieron: Pando, Beni, Cochabamba, Tarija y Chuquisaca (especialmente en las capitales de departamento); buscaban cerrar el paso a la formación del Estado Plurinacional y mantener la República. En esos años, Bolivia estaba en riesgo inminente de enfrentamiento entre regiones. El clima de exacerbamiento derivó en un acto de racismo el 24 de mayo de 2008, en la plaza 25 de Mayo de la ciudad de Sucre, cuando 40 indígenas campesinos que fueron a la capital —para recibir ambulancias en beneficio de sus comunidades (las mismas que debían ser entregadas por el entonces presidente Evo Morales, a quien se le impidió el ingreso a la ciudad)— fueron vejados y humillados por sectores afines al comité interinstitucional.
El discurso para movilizar a la ciudadanía estuvo basado en “mentiras”, por ejemplo: que el Estado abrogaría la ley de sucesiones, dejando nula la sucesión hereditaria, y que supuestamente los bienes privados pasarían a propiedad del Estado; que se aboliría el derecho propietario, permitiendo que el Estado controle nuestros ahorros bancarios; que se emitiría una Constitución comunista chavista.
Lecciones aprendidas
La masacre de Porvenir fue el cierre doloroso de ese tiempo de enfrentamiento entre la “media luna” y el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), dirigido por el entonces mandatario Evo Morales. Dos proyectos de país enfrentados: República vs. Estado Plurinacional. Se impuso el Estado Plurinacional de Bolivia, que hoy es un ejemplo a seguir por países como Chile, Perú y otros.
Ese momento dual al parecer está presente permanentemente, retornó en 2019 y se mantiene al acecho.
Claudia Miranda Díaz es economista y auditora financiera.