En la lucha por los derechos de las mujeres en México el nombre de Laureana Wright González destaca, aunque la historia contada desde el poder masculino no le ha permitido brillar con un resplandor especial.
Wright González fue una destacada escritora, feminista y activista que dejó una huella imborrable en la causa de la igualdad de género. Su papel como fundadora de la revista feminista Violetas del Anáhuac, y su incansable lucha por el voto y la igualdad de derechos, merecen un análisis detallado.
Laureana Wright González llevó una vida de rompimiento de barreras y luchas contra el sistema matriarcal opresor. Nació el 19 de septiembre de 1846 en Taxco, Guerrero, en una época en que las oportunidades para las mujeres eran inexistentes o sumamente limitadas. Sin embargo, su inteligencia y determinación la llevaron a desafiar las expectativas de su género. Se destacó como una educadora, escritora y periodista, lo que era poco común para las mujeres de su generación.
En 1886 fundó Violetas del Anáhuac, que se convirtió en un importante medio de expresión para las ideas feministas en México. A través de sus páginas abogó por la igualdad de derechos para las mujeres, el acceso a la educación y la participación real en la vida política. La revista se convirtió en un faro de luz en una época en la que el feminismo apenas comenzaba a tomar forma en el país. Una de las causas más notables y comprometidas de Laureana Wright González fue su lucha incansable por el derecho al voto de las mujeres en México.
En 1893 presentó una propuesta ante el Congreso de la Unión para que las mujeres pudieran votar. Aunque esta no se convirtió en ley, sentó un precedente importante y marcó el inicio del camino que finalmente llevó a la conquista del voto femenino en México en 1953.
Laureana fue una pionera en la lucha por los derechos de las mujeres. Su valentía al desafiar las normas impuestas por estereotipos socialmente aprendidos, su trabajo en Violetas del Anáhuac y su persistente defensa del voto y la igualdad de derechos han dejado su nombre en la historia que debemos reescribir para poder dar el valor que requiere su aporte al país que hoy tenemos. Su contribución al avance de las mujeres en la sociedad mexicana es innegable y merece ser recordada y celebrada.
Ella es hoy una figura emblemática en la historia de la lucha por los derechos de las mujeres en México. Su valentía y determinación para desafiar las restricciones de género en un sistema patriarcal opresor y discriminatorio, su defensa por la participación política de las mujeres en igualdad de condiciones para elegir y ser elegidas y su contribución al movimiento feminista marcan un capítulo fundamental en la búsqueda de la igualdad de género en su país.
Su legado perdura como un recordatorio de que la lucha por la igualdad es una tarea persistente y pendiente, que las mujeres podemos cambiar el curso de la historia a través de la valentía y determinación para derrocar al sistema patriarcal, neoliberal y colonial que nos sigue oprimiendo.